Con la presentación de un entrenador por lado, San Martín de Tucumán y Argentinos empataron ayer sin goles en el estadio La Ciudadela y tanto Ariel Martos –quien ocupó de manera interina el lugar que dejó Rubén Forestello– como Ezequiel Carboni –que llegó al Bicho en reemplazo de Alfredo Berti– rescataron un punto en su debut.

Poco sucedió en un encuentro donde lo más destacado fue el penal no cobrado para el local por una mano en el área de Argentinos. Por esto y por la intención que mostró al inicio para buscar la victoria –acorde a su record en la Superliga, donde todavía no ganó y está último en los promedios–, el Santo mereció un poco más. Pero los tucumanos nunca encontraron la manera de traducir esos méritos en el resultado. A Bieler, la voluntariosa carta de gol local, se lo vio muy solo, al igual que al incansable Bobadilla, el nueve del Bicho. Con delanteros desabastecidos, la tarea de los arqueros fue muy tranquila y sirvió para que Arce, el uno local, sume por lo menos una alegría: su primera valla invicta del torneo.