Tres casos de violencia institucional preocupan sobremanera a la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, que esta semana pedirá respuestas a la Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos. Se trata de crímenes en los que están involucrados agentes de las fuerzas de seguridad, cuyas investigaciones "están paralizadas", denunciaron. El mes pasado, los abogados de la Asamblea se reunieron con el fiscal general de la provincia, Julio De Olazábal, quien les "prometió auditar esos legajos judiciales". Para el abogado Guillermo Campana "no hay predisposición de la Fiscalía de Homicidios para investigar a los policías"; y aseguró que con algunas medidas "se busca justificar esas muertes".

Los crímenes de Carlos Godoy, Alejandro Ponce y Maximiliano Zamudio son tres casos puntuales de presunto gatillo fácil que el equipo legal de la Asamblea considera "trabados". En la audiencia con De Olazábal, los abogados plantearon que ven "una falta de predisposición para investigar las causas en las que hay personal policial involucrado". Campana relató: "Le dijimos claramente que vemos que la Fiscalía cree en el relato policial, cuando los agentes son los sospechados; que se desconoce la versión de testigos o de familiares de las víctimas. En ese sentido, le planteamos las dificultades para que las víctimas sean recibidas, porque no se los atiende si no es con una manifestación en la puerta. También le dijimos que vemos lentitud para llevar adelante las medidas solicitadas, como cuando pretendemos constituirnos en querellantes. Y que en muchos de los casos, los investigados terminan siendo las vícitimas y sus familias. Incluso se busca justificar las muertes en base a antecedentes de los pibes", protestó.

 

 

Los abogados plantearon quejas hacia el fiscal Miguel Moreno. "Es con el que más dificultades tenemos", dijo Campana; quien planteó: "Son causas con más de un año". Ante ello, esta semana buscarán reunirse con el funcionario.

 

Los casos