La introducción de innovaciones es antes que un asunto tecnológico, una decisión política. Lo son también la ampliación de derechos o su regresividad. Y cualquier pregunta por la política nos conduce, al final del día, al territorio del poder.  El desacuerdo fundamental  en la búsqueda de una sociedad más justa, y de un horizonte de democratización no es otro que el que marca las formas de la exclusión. ¿Qué es lo que podemos tolerar como sociedad?,  ¿cómo y con quiénes construir políticas de comunicación para la convergencia en un sistema democrático?,  ¿qué hay de los actores que permanecen en la periferia?, y, en este sentido ¿cómo hacer lugar a sus necesidades, a sus voces, su desarrollo sustentable? 

Ni la teoría del derrame, ni la posición subsidiaria resultan respuestas elocuentes. Los sectores de la comunicación que han buscado abrirse paso en el contexto de un ecosistema de medios concentrado  requieren de políticas activas para promover su supervivencia en  tiempos de convergencia.  Pero estas políticas en ningún caso deberían pensarse como una estrategia de reducción de daños. Tampoco como acciones ex post que buscan subsanar asimetrías preexistentes o construcciones premeditadas que proyectan fortalecer en el mediano plazo las posiciones significativas de mercado de algunos pocos actores por sobre unas mayorías cada vez más segregadas.

Pensar la convergencia digital desde la periferia del sistema mediático es una tarea profundamente política. Por tanto demanda de una parte una disputa intrínseca, y de otra un ejercicio de imaginación que ponga en crisis la desigualdad preexiste, que habilite estrategias de intervención diferenciadas, regulaciones asimétricas, ayudas estatales, promoción de mercados regionales, etc. 

La ablación de los núcleos fundamentales de las leyes sobre audiovisual y telecomunicaciones que perpetró el gobierno nacional desde diciembre de 2015, no significa para muchos de nosotros una apostasía en relación a la conquista de derechos alcanzados hasta 2015. Podemos reconocer aún y ante el territorio arrasado, el estandarte de las luchas por la democratización de las comunicaciones  con el que trabajamos como horizonte en la construcción de sociedades democráticas. Desde ese lugar, pensar la convergencia periférica de los actores no lucrativos, es una tarea necesaria y urgente, frente al embate de legislaciones y políticas que lo menosprecian en sus posibilidades y sólo demoran el momento para  su desintegración en el marco de la mega concentración que se habilita desde el PEN y se convalida en sede parlamentaria. 

De estos actores quizás los pertenecientes al sector cooperativo  sean los más fuertes para afrontar algunos cambios, pero es en todo caso una condición efímera frente al pronóstico de mediano plazo. Los demás actores no lucrativos –comunitarios, universitarios, sindicales, indígenas, educativos–, quedan directamente fuera del mapa.  

El libro “Televisión Cooperativa y Comunitaria: diagnóstico, análisis y estrategias para el sector no lucrativo en el contexto convergente” es el punto culminante de un trabajo interdisciplinario realizado entre comunicadores, ingenieros, abogados y economistas de las Universidades Nacionales de Córdoba, Villa María, La Matanza, Lanús y Buenos Aires. Este trabajo –pronto disponible online–, fue planteado como un aporte al fortalecimiento del sector audiovisual periférico, abreva en un profundo diagnóstico de situación, que  ofrece un mapa sobre sus recursos, dificultades, estrategias, realidades diversas y perspectivas para su desarrollo. 

  La apuesta con este trabajo colectivo ha sido quebrar la afasia de los actores no lucrativos en relación a la convergencia digital y hacer lugar a su palabra en primera persona, –para lo cual incluimos la realización de 30 entrevistas en profundidad a directores, coordinadores o responsables de canales de televisión de todo el país–, pero también recuperar su condición subalterna para poder pensarlos desde allí y reconocer sus propuestas, horizontes de trabajo comunitario,  límites, escenarios y formas en las que disputan su supervivencia en un ecosistema de medios en mutación.

 

Daniela Monje: Docente e investigadora. UNC- UNVM. Directora del proyecto “Fortalecimiento del sector audiovisual  cooperativo frente a la convergencia”.

Ezequiel Rivero: Magister en Industrias Culturales. Becario Doctoral Conicet UNQ. Codirector del proyecto “Fortalecimiento del sector audiovisual  cooperativo frente a la convergencia”.