Francisco animó ayer a los migrantes a “custodiar sus valores de origen” y a “respetar las leyes” de las localidades que los acogen, un mensaje que resuena especialmente en Europa después de más de dos años de constantes llegadas masivas de refugiados e inmigrantes económicos. 

“Se celebra la Jornada del Migrante y del Refugiado, dedicada al tema ‘migrantes menores, vulnerables y sin voz’. Estos, nuestros pequeños hermanos, especialmente si no acompañados, están expuestos a tantos peligros.”, afirmó el pontífice en su tradicional Angelus.

“Es necesario adoptar cada medida posible para garantizar a los menores migrantes su protección y defensa, así como su integración”, agregó, luego de que esta semana se conociera un informe de Unicef que denunció que en 2016 se duplicó la cantidad de niños que llegaron solos a las costas italianas. 

“Envío un saludo cordial y especial a los representantes de diversas comunidades étnicas presentes, en particular a las católicas de Roma. Queridos amigos, les deseo que vivan serenamente en las localidades que los acogen, respetando las leyes y tradiciones, y al mismo tiempo custodiando los valores de sus culturas de origen”, agregó el Papa.