“Crisis institucional de Prodanza”, se titula el comunicado de la Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza (AATDa), emitido este jueves, luego de la renuncia del director ejecutivo del organismo, David Señoran. Este hecho y la renuncia de la asesora Valeria Kovadloff se suman a “la falta de presupuesto y políticas de fomento e inclusión” del instituto porteño. La asociación respaldó la gestión del coreógrafo y bailarín, quien dejó el cargo debido a la “pérdida de singularidad, autonomía” y capacidad de acción de Prodanza, según informó a Página/12. “El sector queda con mucha fragilidad”, concluyó.

El documento de la AATDa señala que desde la asunción de Enrique Avogadro como ministro de Cultura porteño, en diciembre de 2017, “se profundizaron problemáticas” sobre las cuales el sector venía advirtiendo. No es sólo la cuestión del presupuesto de Prodanza, que aumentó apenas un 7 por ciento en relación con el año pasado (3 millones de pesos para 2018). También complicó el panorama la inclusión del sistema de Trámites a Distancia para pedido de subsidios y “la degradación del Instituto al incluirlo dentro de una gerencia de transferencias, despojándolo así de toda su capacidad de interlocución y asesoramiento directo”.

Otro eje del comunicado es el intento de modificación de la ley 340 con el fin de “mejorar las condiciones del Instituto” en términos de presupuesto, planificación y gestión. En esa batalla se encontraban distintas organizaciones, en diálogo con autoridades del organismo de fomento a la danza no oficial de la Ciudad. Pero la intención quedó trunca. Luego de tres meses de trabajo, la dirección artística, a cargo de Andrea Saltiel, advirtió a los bailarines y coreógrafos que la gestión trabajaba con otro proyecto legislativo, que la AATDa no ve con buenos ojos.

“Todo esto configura un panorama de achicamiento, tergiversación y retroceso para la danza, que había logrado trascender sus modestos límites en la pretensión de desarrollo de políticas públicas”, concluye el sindicato. Rechaza el fomento a través del Fondo Metropolitano de las Artes, porque “al no tener porcentajes ni ley que los contengan, son recursos destinados discrecionalmente”. Además, repudia la degradación del Ministerio de Cultura de la Nación a Secretaría y respalda el trabajo de Señoran, quien habilitaba “un diálogo propositivo con la gestión en términos de mejora”.

El bailarín y coreógrafo, que fue dos años vocal y otros dos director, relató a Página/12 los motivos de su renuncia: “Desde la reestructuración y construcción de una única gerencia que contenga todos los organismos de subsidios, noté que Prodanza empezó a perder su singularidad y algo de autonomía. Durante todo este tiempo, pudo realizar tareas de fomento más allá de la entrega de subsidios. La mirada que teníamos como grupo de trabajo es que no fuera un kiosco, sino que queríamos pensar específicamente en las necesidades del sector. Al diluirse estas posibilidades, decidí dar un paso al costado”. Presentó su renuncia a principios de año, pero luego optó por permanecer en el cargo para que no peligrara el otorgamiento de subsidios a la comunidad. “Ahora que se entregaron, volví a presentar mi renuncia”, contó el docente de la UNA.

“El sector queda con mucha fragilidad. Digo esto pensando en una invitación a participar, sumarse, preguntar, saber qué sucede. Preguntarse, por ejemplo, por qué no hay fecha para el festival Ciudanza; buscar claridad en las estrategias nuevas, los proyectos, los nuevos montos para otorgamiento de subsidios... en el marco general de nuestro país, estas cosas se diluyen. Nuestro sector necesita estar mucho más atento. Ingresé a Prodanza para colaborar con las políticas públicas. Pude hacerlo durante un par de años, ahora se me hace imposible. Estaría bueno ver a quiénes les interesa tomar la posta y empezar a crear espacio desde adentro”, concluye. En Prodanza no habría reemplazante para Señoran hasta 2019; en tanto que la directora artística, Saltiel, continuará en sus funciones. La crisis de este instituto no es un hecho aislado: a mediados de este año, Avogadro pidió la renuncia al director de Proteatro, Alejandro Ullúa, hecho que repudiaron asociaciones ligadas al teatro independiente por agravar la situación crítica del ámbito.