En un campo de juego muy rápido por la lluvia caída en las horas previas pero bastante seco de emociones, Racing se impuso anoche por 2-0 a Argentinos como visitante y aumentó la distancia con su escolta, Atlético Tucumán, que quedó a cinco unidades, aunque con un partido menos.

Con la ambición de sumar su sexto triunfo en fila, la propuesta de la Academia en La Paternal fue más bien conservadora, con el foco puesto en el error rival antes que en la virtud propia. Para ello fue esencial la tarea de los voluntariosos López y Cristaldo en ataque, quienes formaron la primera línea de obstáculos parar entorpecer la salida de Argentinos desde el fondo. Detrás suyo, el trío Solari-Fernández-Zaracho constituyeron la segunda. Y al inicio, el plan pareció funcionarle bastante bien a la Academia, que encontró su primera situación de gol cuando una presión alta de Zaracho sobre Machín terminó en Cristaldo, quien no pudo dominar bien y definió suave a las manos de Chaves. Sin embargo, esa llegada fue una excepción ya que la mayoría de las veces, la presión de los dirigidos por Coudet sirvió sólo para impedir la generación de juego del local.

Argentinos, por su parte, también entró a la cancha con la mente puesta en interrumpir el fútbol rival, más que crear el propio. Su obsesión pasó por bloquear la salida limpia de la Academia con Marcelo Díaz, uno de los baluartes en los últimos partidos del puntero de la Superliga, a quien casi siempre rodeado por tres jugadores, le costó hacerse de la pelota. Mientras que en ataque, sin la creatividad de Alexis Mac Allister (lesionado), el Bicho dependió demasiado de lo que pudo hacer Toledo. Pero lo del ex Vélez fue unidimensional: tirar la pelota para adelante y sacar el centro, algo que aprovechó siempre Saravia para ganarle cada uno de sus duelos.

En un Diego Armando Maradona donde sobró táctica, Racing supo pegar en los momentos justos para irse ganador. El primer golpe estuvo a cargo de Cristaldo quien, de cabeza, materializó un contraataque manejado de forma excelsa por Zaracho y Pol Fernández a los 31 minutos. Luego, al inicio del segundo tiempo, otro ataque rápido de Racing terminó en un agarrón de Romero sobre Fernández en el área. El árbitro Baliño no dudo y el capitán López puso el 2-0 de penal con una buena ejecución a la derecha de Chaves, que fue para el otro lado.

Con el correr de los minutos, Argentinos cayó en el caos y dejó crecer la tarea de Díaz. El chileno, criterioso para decidir cuando su equipo atacaba y cuando dormía el encuentro, se convirtió en el titiritero del encuentro y también del puntero que, de su mano, acumuló su sexto triunfo seguido, todos sin recibir goles en contra.