Vecinos de la villa 31 marcharon por la peatonal Florida, en el centro porteño, hasta la Legislatura para rechazar un proyecto que impulsa Horacio Rodríguez Larreta y que bajo el nombre de “reurbanización” permite que los terrenos destinados para vivienda social puedan convertirse en blanco de la especulación inmobiliaria. “¡Vivienda sí! ¡Negocio no!”, pidieron desde la multitudinaria movilización los vecinos que fueron hasta la Legislatura para reclamar una urbanización “real y participativa”.

“Rechazamos el dictamen, que fue realizado sin el consentimiento del barrio, porque legaliza los desalojos forzosos y expropia la tierra y el espacio aéreo de los vecinos, entre otros tantos atropellos. Es un dictamen que promueve la especulación y el negocio inmobiliario, beneficiando a unos pocos y perjudica a todo un barrio”, se quejaron los vecinos que marcharon hasta la Legislatura.

Facundo Cámpora, uno de los vecinos que participaron de la protesta, contó: “Las mismas organizaciones que ayer celebraban la ley nacional de tierras se opusieron hoy a esta ley. Y en la votación, el radicalismo no la acompañó, Evolución se abstuvo, igual que Unidad Ciudadana, y la izquierda votó en contra. En Nación trabajaron bien y salió una ley piola, que permite trabajar. Pero en la Ciudad, propusieron una ley muy mala, que tuvo muchas discusiones ya en las comisiones. Salió sólo con los votos de Cambiemos y los aliados”.

El 18 de septiembre, el jefe de Gobierno porteño presentó el proyecto 2736/2018 para expropiar las tierras de la villa 31 y transferirlas a las familias para que sean ocupadas como “vivienda única y permanente”. Pero el proyecto, y aquí hay una trampa, también permite que la tierra tenga otra finalidad si el comprador paga un cargo equivalente al valor de tres hipotecas por adelantado.

Según el Observatorio de Derecho a la Ciudad, la iniciativa del gobierno porteño permite que la tierra pública con destino a vivienda social se convierta en “tierra para la especulación inmobiliaria” cuando los futuros compradores paguen tres hipotecas y queden liberados del cargo social.

“Larreta está pidiendo a la Legislatura autorización para que la tierra pública que actualmente está ocupada por un barrio popular termine finalmente en manos del mercado especulativo inmobiliario”, explicó Jonathan Baldiviezo, director del Observatorio, sobre el mecanismo para mercantilizar las tierras y que sean reguladas por los criterios económicos del mercado inmobiliario.

Además de rechazar la iniciativa, que este mediodía se aprobó en la Legislatura, los vecinos del barrio Carlos Mugica –como fue bautizada la villa 31– exigen “claridad” respecto del precio de las viviendas, un plan de pago accesible y acorde con sus posibilidades, que se realice un censo y que se implemente una tarifa especial para los servicios públicos.

“Somos ninguneados, tratados como ciudadanos de segunda, como delincuentes y como un simple dato estadístico”, se quejaron los manifestantes, que pidieron una urbanización real con participación de los vecinos.

Héctor Guanco, de la Mesa Participativa, estuvo en el recinto durante la votación. “Roy Cortina votó a favor y estuvo muy agresivo con los vecinos que nos oponemos. Su argumento fue que esta ley es un avance y garantiza el derecho de integrarnos a la ciudad, y pidió la votación en particular de los artículos 53 y 54, que son los de las hipotecas. Pero para nosotros es una ley expulsiva. No alcanza con votar en contra de esos artículos, que son los peores. Toda la ley tiene trampas. Algunas cooperativas y punteros del Gobierno de la Ciudad están a favor y eso genera problemas entre los vecinos”, manifestó Guanco. Y agregó: “Al tema de las hipotecas hay que agregarle que no está clara la tasación de las casas y qué se va a hacer con las tierras de la 31 que no están ocupadas”.

“Pero no todo está perdido. Para nosotros es un triunfo que no haya salido por unanimidad, como en los otros barrios (Playón, Rodrigo Bueno...) Sirve que haya habido discusión. Nos pusieron vallas en la Legislatura, pero igual se generó la protesta”, destacó Guanco.

Respecto de lo que sigue, Facundo Cámpora, también vecino, detalló: “Como es un proceso de doble lectura, después de la primera votación tienen que llamar a una audiencia pública, en la que vamos a participar fuertemente los vecinos que nos oponemos. Vamos a volver a presentar nuestros proyectos, que armamos con un montón de gente, incluso urbanistas de la UBA. Todo el proceso de oposición a esta ley lo vienen llevando los vecinos desde hace mucho. Y después se acercaron otras organizaciones, como Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y otras y se plegaron a la lucha. Pero la pelea en la Legislatura no es lo único que estamos haciendo. En el plano de la Justicia, pusimos un amparo colectivo contra el Gobierno de la Ciudad. Lo presentamos 144 vecinos en representación del colectivo de habitantes de la Villa 31. La jueza Liberatori lo aceptó, le corrió vista al gobierno porteño para que hiciera su descargo y le pidieron una prórroga. Ya se vencieron los plazos y el lunes debe expedirse sobre si hace lugar o no a nuestro pedido”.