El 70 por ciento de los espacios del Parque Sarmiento dedicados a practicar deportes está en manos de privados a quienes fueron asignados de forma “poco clara” y de manera “discrecional”. Esas asignaciones estuvieron dependieron del arbitrio del Gobierno porteño, porque la entrega nunca se reguló por medio de una ley. De hecho, solamente la cancha de golf fue concesionada en su momento pero ya venció el año pasado y hasta hoy se encuentra cerrada al público.

Debido a que en los predios zonificados como Urbanización Parque no puede haber concesiones porque están prohibidas, los espacios del Parque están en manos de privados –que usufructúan del espacio que debiera ser público– bajo la figura de “asociaciones”. Estas asociaciones privadas que nadie puede identificar y que nadie regula desde el gobierno de la ciudad son quienes cobran los aranceles para el uso de los espacios como la cancha de tenis o la cancha de fútbol. 

El Parque Sarmiento, que debería ser un espacio público de acceso libre y gratuito, está en un proceso de “privatización encubierta”, tal como denuncian los vecinos de Saavedra desde hace varios años, a tal punto que los fines de semana y feriados se cobra entrada al Parque a todos los mayores de 12 años. Los vecinos coinciden en que este proceso “se aceleró en este último tiempo” porque el Parque fue dejando de ser poco a poco un espacio verde y de parquización de uso público para convertirse en un espacio privado. 

Si bien durante su historia hubo varios intentos de transformar al Parque, esta vez la preocupación de los vecinos es mayor sobre todo por los rumores de que el gobierno porteño tiene la intención de trasladar allí al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). 

“En 2010 quisieron construir una comisaría, una fiscalía y un polígono de tiro. Los vecinos nos movilizamos para impedirlo. En 2015 quisieron construir un estadio de rugby en la pista de atletismo y también nos movilizamos con los vecinos para evitar que los alumnos de la escuela de atletismo del parque, atletas y los alumnos de las escuelas de la zona perdieran ese espacio”, relató a PáginaI12 Mirta Montes, vecina del barrio de Saavedra. 

El tradicional parque ubicado en la Av. Ricardo Balbín 4750,  que fue       inaugurado el 20 de septiembre de 1981 y que cuenta con un predio de 70 hectáreas, depende de la Subsecretaría de Deportes y se lo considera solamente un polideportivo,  cuando en realidad es tanto un espacio verde como un parque público. Los vecinos del barrio aseguraron a Página 12 que detrás del término de  “asociaciones” se esconden “concesiones ilegales” y contratos “poco claros”. La Asociación Argentina de Profesores de Educación  Física del Fútbol Argentino (Aapefa), que depende de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) tiene canchas que subalquila. Sobre el viejo lago se construyó una pista de bicicross BMX freestyle y  las canchas de fútbol y tenis de patrimonio público cobran arancel por su uso. Hoy las canchas de tenis están bajo la concesión de Omar Galdino Carminatti, ex preparador físico de Gabriela Sabatini, y donde se encontraba la cancha de golf,  que hace un año finalizó su “contrato”, ahora circula la versión que es el lugar elegido para una futura cancha de Rugby. 

Para Gabriel Solano, legislador del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) hay  una situación previa de “vaciamiento y privatización”. En ese sentido, aseguró que “hay una gran parte que está prácticamente privatizada. Y hasta incluso hay un espacio otorgado a la Policía Federal. Las concesiones que hay son poco transparentes porque en los predios zonificados como Urbanización Parque no puede haber concesiones porque están prohíbidas”. Según el legislador porteño, da la impresión que la intención del gobierno de la ciudad es “avanzar en una privatización completa y quieren pasar los deportes federados al Parque Sarmiento para liberar los terrenos del Cenard que son terrenos mucho más valiosos”. 

Matías Debesa, de ECO Evolución, y que comunero del barrio, explicó que “la mayoría del parque está en un estado de abandono y no se ve que haya intenciones de que eso cambie”. Según Debesa, los privados que manejan los espacios que debieran ser públicos “están muy flojos de papeles”. En ese sentido, recordó que desde hace años le vienen exigiendo pedidos de informes al gobierno porteño. “En 2015, en 2016, en 2017 hicimos el reclamo y pedimos informes sobre la situación del Parque y nunca nos respondieron. Uno sospecha que lo están abandonando para poder hacer algún tipo de negociado”, agregó en diálogo con Páginað12 . 

El Parque Sarmiento es el polideportivo más grande de la Ciudad y uno de los parques más grandes, y su estado de abandono se evidencia especialmente en el 30 por ciento que está en manos del estado, mientras que los espacios que están manos privadas están en mejores condiciones. “La situación es la de un parque donde no se ve inversión y cuidado adecuado en los sitios administrados por el propio GCBA, pero sí bastante mejores en aquellos que están privatizados, como las canchas de tenis o de fútbol. Las canchas de básquet públicas no tienen aros y las de vóley no tienen red,  por lo tanto son muy poco atractiva para jugar. Se crea la ilusión de que lo público es malo y que lo privado es bueno”, concluyó Montes. 

Sobre las irregularidades del parque Montes aseguró que “algunas son crónicas”, sin embargo, aclaró que “la falta de mantenimiento de los baños como de otras instalaciones comenzaron en los últimos siete años”. Si bien se supone que el Parque es un espacio público de la  Ciudad de lunes a viernes se puede acceder de manera gratuita pero sábados, domingos y feriados la entrada general tiene un costo de 20 pesos para los mayores de 12 años. 

El estacionamiento tiene un valor de 40 pesos de lunes a domingos y la entrada de los mayores a la pileta la temporada pasada tenía un costo de 50 pesos por día y de 30 para menores y jubilados. Mientras que el uso de la cancha de fútbol tiene un costo de 800 pesos durante el día y de 1000 pesos con el servicio de iluminación. Por estos días y hasta el 17 de octubre el Parque Sarmiento es una subsede de Los Juegos Olímpicos de la Juventud, donde se desarrollan las competencias de tiro, beach handball y tiro con arco. Durante estos días la entrada a las instalaciones es libre y gratuita. 

“Hoy el parque está dividido y totalmente ocupado por Los Juegos Olímpicos.  Está cortado por la mitad.  Lo que es la zona de la pista de atletismo, los gimnasios y lo que era la cancha de golf está todo vallado y no se puede acceder. Armaron obras con lo que tiene que ver con las tres disciplinas de los juegos olímpicos. Esa zona, la de atletismo, siempre fue espacio público, y hace tres meses nos echaron a todos los que estábamos en esa zona. Encima construyeron una tarima, metieron camiones, por lo cual la pista, básicamente ya no existe, está destruída”, denunció ante Página 12 una vecina que prefirió mantener en reserva su identidad.

En el Parque Sarmiento en 2015 comenzaron a funcionar reservorios que forman parte del Plan Hidráulico de la Ciudad para la cuenca del Arroyo Medrano con el fin albergar el agua excedente de grandes lluvias. “Después de que en 2014 se inundó el barrio, hicieron los reservorios que fue deprimir como 16 hectáreas del Parque. Sacaron tierra que hoy es con lo que van a hacer el Nuevo Tiro Federal y esos espacios pertenecen a Espacio Público”, precisó la vecina de Saavedra.

Ante la amenaza de la pérdida de este espacio que para el barrio es fundamental, los vecinos le hacen frente desde una lucha permanente e incansable. Los vecinos tienen previsto presentar un proyecto de ley para preservar el Parque Sarmiento como un espacio verde para el barrio. 

Fue durante el primer gobierno de Perón donde Saavedra fue proyectado como un barrio diseñado bajo el concepto de Ciudad Jardín. La idea de casas bajas rodeadas de amplios espacios verdes,  más de medio siglo después, va desapareciendo. Al polideportivo más grande de la Ciudad, acuden atletas, ciclistas, corredores, grupos estudiantiles, equipos deportivos y la más amplia gama de amantes de los deportes y del aire libre y la naturaleza, pero el espacio que pueden utilizar cada vez es menor y lo que queda está arancelado.