Uno de los disparadores del proyecto de Funes fue una serie de episodios ocurridos en Pinamar. El pasado 7 de septiembre, y luego de tres semanas de trabajo en comisión, el Honorable Concejo Deliberante votó por unanimidad una ordenanza municipal que declaraba al Arte Callejero como Patrimonio Cultural. La misma había sido presentada por el presidente del Bloque de Unidad Ciudadana, el concejal Gregorio Estanga, frente a una serie de ataques que venía sufriendo el sector en esa ciudad balnearia. Pero como ya había hecho con otras reglamentaciones culturales, pocos días después el intendente del Cambiemo Martín Yesa la vetó, provocando una fuerte reacción de los artistas en defensa de su sector. “La ordenanza que vetó Yesa nació de una deuda histórica, porque Pinamar siempre tuvo un freno a la cultura y una mirada muy elitista de la misma. El texto era importante porque además de la declaración de Patrimonio Cultural le exigía al intendente que diseñara circuitos para los artistas callejeros y que diferenciara música de ruidos molestos, ya que la música es arte y se transmite”, cuenta a Páginai12 Estanga, para quien el veto “le da la espalda a la cultura”. El próximo viernes, en la sesión del Concejo, el concejal y diversos colectivos de artistas insistirán en que se revise el veto.