Acercar significa “poner cerca”, “a distancia menor”, también “promover amistad”: nada más preciso para describir el propósito de este texto. Está escrito por estudiantes de grado de la carrera de psicología (Universidad Cuenca del Plata, de la ciudad de Corrientes), y se dirige, especialmente –al modo de una comunicación horizontal– a otros estudiantes de esta carrera y afines.

Es el fruto de un trabajo colectivo, el resultado de una primera cita, donde se precipitaron, esta vez, algunos de los pioneros que trazaron fuertemente sus huellas, y de las que somos indefectiblemente efectos de su legado. Por lo tanto la tarea es puntual, inacabada y sigue abierta. Se trata de una búsqueda histórica a partir del presente, pero que también espera el efecto contrario, un presente que se lea a partir del pasado.

Los pioneros del psicoanálisis pueden ubicarse en lo que Foucault llama “intelectuales específicos”, es decir aquellos que producen saberes a partir de su práctica, mucho más cotidiana y específica, lo que los lleva a intervenir en las luchas políticas de su tiempo. Son también aquellos que sacudieron permanentemente al psicoanálisis para que no reproduzca una práctica de poder y de élite. Se trata, entonces, de rendirles un homenaje, nada solemne, hecho de pequeños relatos y de aventuras emprendidas, de sentidos recuerdos.

Respecto a los autores, se presentan individual o grupalmente, cada quien con su estilo, matices, tonos e inflexiones, en itinerarios cómplices, donde a veces resulta como una pieza de piano a cuatro manos, sin delinear quién escribe qué.

Se asistirá así a testimonios de proximidades sorprendentes, de ahí que Oscar Masotta sea un “tanteador de posibilidades”, un “Casanova de identidades”, alguien que ha descubierto las ventajas del making of, de Marie Languer, una cuentista de ciencia ficción, también una Mimi-litante, portadora de diversos loocks (pieles, a lo campesina alemana, como Ingrid Bergman y pilotos cruzados, después jeans ajustados y lifting, al final amplias bambulas tropicales), de Emilio Rodrigué un Fogo Quente, aquel que decía encontrar hasta en las camas de los hoteles “la causa freudiana”, a Fernando Ulloa situando como su maestro inexorable a un paisano entrenador de caballos y también narrador... etc. En suma, el lector, ¡ojalá otro estudiante! –insistimos–, decidirá si se suma a este encuentro de pioneros y de escribas, y si funciona, permitirse contagiar y realizar nuevas aventuras pioneras, más ejercicios de escritura, como gestos incansables de memoria.

Susana N. Carugo: Licenciada en Psicología, Magister en epistemiología y metodología de la investigación. Compiladora de Acerca de pioneros del psicoanálisis en Argentina, editado por la Universidad de la Cuenca del Plata.