La reciente edición de la versión porteña del festival Mutek, oráculo de la modernidad musical, tuvo al espectador más inesperado: Pablo Lescano. Además de darse una vuelta por varias de las performances que se llevaron a cabo en el Cultural San Martín, el líder de Damas Gratis asistió a la charla que ofreció el núcleo importante del colectivo Zizek y volvió a casa con la remera oficial del evento. Todo esto ante la mirada generosa o indiferente del público. Lo que evidencia que la vanguardia aún tiene sus pruritos con lo popular. “Cambió mucho ese estigma. La gente fue entendiendo y aceptando lo popular. Si bien todavía hay sectores conservadores que siguen oponiendo resistencia, el rechazo antes era aún mayor”, afirma Pedro Canale, mandamás del laboratorio de folk electrónico y cumbia digital Chancha Vía Circuito. “No sólo sucede en la Argentina, sino también en otras partes de América latina. Me pasó ver en Cuba que las nuevas generaciones no tienen interés por lo latino. La propuesta que les entusiasmaba era el techno y el house, y cuando se mestizaban dejaban de bailar. Era un no rotundo”. 

A una década de la aparición de su primer álbum, Rodante, que casualmente abría su repertorio con “Damas Gratis dub”, Canale puso en circulación su nuevo álbum, Bienaventuranza, en el que a contramano de su debut, donde pesaba más la modernidad que lo popular, la electrónica es funcional a la música de raíz. Aunque no se trata de un acto de resistencia a sus orígenes. “Hay algo que va mutando en el tiempo, y desde ese lugar aparece un disco en el que la electrónica queda relegada. Pero sin querer”, explica el músico y productor, quien presentará formalmente su cuarto trabajo de larga duración esta noche, a las 21 en La Trastienda Samsung (Balcarce 476). “Tuvo mucho que ver que, tras la salida de mi disco anterior, Amansará (2014), le pusimos pilas al show en vivo porque venía flojo. En ese trabajar mucho, los artistas que me acompañan empezaron a tener más lugar dentro de las decisiones estéticas, y eso tiñó las bases de este repertorio. Algunos de los temas nacieron a partir de improvisaciones en la sala. Y luego nos preguntábamos cómo le agregaba la electrónica,  cuando una jam es el camino opuesto”.

Se trata de una lectura contemporánea de la música popular. “No me preocupa cómo me conciban de un lado y del otro. Lo que me deja contento es que es un trabajo sincero”, justifica uno de los músicos más globales que tiene la Argentina en la actualidad, al punto de que pronto desembarcará por primera vez en Asia, India, Australia y Palestina. “Acepté que no fuera tan electrónico y que le guste menos a la gente, al igual que la incertidumbre de si funcionará o no”. Sin embargo, Bienaventuranza, a manera de corolario de un periodo, vuelve a escarbar en el folklore andino y la cumbia. En especial en el boliviano y peruano. “Estos años estuve hurgando más en la Internet, buscando folklore por regiones”, describe Canale, que para esta producción, amén de animarse cada vez más a cantar, contó con participaciones como las de su sempiterna colaboradora Miriam García y la de su par ecuatoriano Mateo Kingman.  

Canale prepara también un disco conjunto con el Chango Spasiuk, Pino europeo, título tomado de los recitales que estuvieron ofreciendo a lo largo de 2018. “El Chango estaba buscando un compañero que le ayudara con la parte electrónica para poder hacer versiones de su  disco Polcas de mi tierra”, dice el artista bonaerense. “Tenía ganas de hacer un show bien potente. Estuvo preguntando, y le recomendaron mi proyecto. Se metió en YouTube, y le gustó. Lo construimos juntos. Lo bueno fue que después empezamos a entender qué nos gustaba y qué no. En principio, la idea era preparar un show, pero nos gustaron tanto las versiones que pensamos en hacer algo. Ya salieron dos singles, y antes de fin de año estará el disco.” Chancha Vía Circuito es admirada por figuras de la música dance y electrónica de la talla de Gilles Peterson y Nicolas Jaar. “Se cumplieron todos mis deseos. La ansiedad de generar proyectos que funcionen y de que reconozcan mi trabajo disminuyó. Algo por dentro se terminó de llenar.”