Los diputados debaten una nueva ley de alquileres con el apoyo de todos los bloques. La iniciativa toma varias medidas que formaban parte del reclamo de las organizaciones de inquilinos: extender el contrato de alquiler a tres años; regular el monto de anticipo y depósito a abonar poniéndole un tope de un mes de alquiler; flexibiliza las garantías obligando a aceptar un aval bancario, un seguro de caución o una garantía personal del inquilino; obliga que las comisiones y honorarios a las inmobiliarias sean pagadas por los propietarios y no puedan superar el medio mes de alquiler cuando se renueva un contrato. 

La reacción del sector inmobiliario no se hizo esperar. “El propietario va a trasladar el mayor costo a precios y si no le cierra, va a sacar su propiedad de la oferta de alquiler”, afirmó José Rozados, director de Reporte Inmobiliario. “No hay dudas de que esta ley generará menos oferta de departamentos para alquilar, muchos propietarios dejarán de poner sus departamentos para alquilar y lo entregarán a las Inmobiliarias de su barrio para que lo ofrezcan para la venta”, apostó Susana Marino desde la Cámara Inmobiliaria de Jujuy.

Al respecto, la posibilidad de que las casas en alquiler sean lanzadas a la venta no sería una situación negativa. La mayor oferta para la venta disminuye el precio de la vivienda, facilitando el acceso a la casa propia para las familias, compensando la menor oferta de alquileres con una menor demanda. Por otro lado, la baja del precio de venta de las propiedades, haría que varios propietarios se replanteen su venta y mantengan la oferta para alquiler. Pero el riesgo más grande es que muchas propiedades sean retiradas de la oferta de alquiler, sin engrosar la oferta de viviendas para la venta. Es decir, sean mantenidas como un ahorro en ladrillos, retirándolos del mercado inmobiliario.

La posibilidad no es una quimera, si se analiza que en las principales ciudades del país, el número de viviendas vacías supera al de hogares con necesidades de vivienda de acuerdo a los datos del último censo. En CABA, unas 341 mil casas y departamentos se encontraban vacías, mientras que 173.721 hogares tienen necesidad de una nueva vivienda. En Rosario 50.000 hogares tienen necesidades de una nueva vivienda, mientras 79.978 se encuentran vacías. 

Ante esta situación, es recomendable complementar la nueva ley de alquileres, con otra que desincentive el mantenimiento de las viviendas vacías, de baldíos y de edificaciones abandonadas. El incremento progresivo de los impuestos a medida que se extiende el período en que permanecen sin ocupación (que se puede establecer vía consumo de servicios de agua, luz y gas), es una práctica que ha dado buenos resultados a nivel internacional. También la preservación del acceso al alquiler de las familias humildes, mediante la obligación de ofertar un porcentaje de departamentos en alquiler social, como condición a la habilitación de nuevos desarrollos inmobiliarios.

@AndresAsiain