La ministra de Educación porteña Soledad Acuña defendió ayer en la Legislatura el presupuesto de su área para 2019. Lo hizo en medio de un operativo de seguridad que incluyó vallas y policías, mientras fuera de edificio sectores docentes se manifestaban en contra y por la educación pública.

La Unión de Trabajadores de la Educación rechazó el recorte de cinco millones de raciones alimentarias en los comedores escolares y en la baja en los fondos para infraestructura. El sindicato se expresó junto a centros de estudiantes y cooperadoras mientras Acuña defendía la iniciativa ante los legisladores.

Respecto del ajuste en los comedores, la funcionaria alegó que se trataba de “un error de tipeo”. Se apoyó en un Power Point para explicar el “plan de gestión en educación”, como lo llamó. Acuña no se refirió a la falta de vacantes ni tampoco hizo alusión al polémico proyecto de Unicaba, que elimina los 29 profesorados existentes, otro de los reclamos de los manifestantes frente al Palacio Legislativo.

Desde Unidad Ciudadana, la legisladora Lorena Pokoik calificó el proyecto como “el Presupuesto más bajo en toda la historia de la Ciudad”. La partida presupuestaria es del 17,31 por ciento para 2019, cuando este año fue del 17,98. En 2010 había llegado a ser del 27 por ciento y ha ido a la baja desde entonces, salvo en 2016 cuando se destinaron 22 puntos.

La ministra se fue en medio de abucheos de los maestros que pudieron ingresar. Sostuvo que había estado “mucho tiempo” explicando el proyecto.