Los banderazos de aliento a los jugadores no faltarán en la víspera del clásico. Los hinchas de Central se convocan esta tarde en el country canaya de Arroyo Seco; los leprosos se reúnen por la noche en el Obelisco para luego marchar al hotel donde concentra el equipo en Buenos Aires. Entre tanto, se prevé un operativo de control excepcional mañana en Arsenal. “Son barras muy peligrosas y tenemos información que recibirán apoyo de barras de Buenos Aires”, aseguró Juan Manuel Lugones, secretario de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte de la ciudad de Buenos Aires (Aprevide).

El plantel de Central emprende esta tarde el viaje a Buenos Aires y los hinchas se convocan para despedir a los jugadores en Arroyo Seco, celebración que hacen en cada clásico que se juega en la ciudad cuando los futbolistas comienzan el traslado al estadio. Mientras que los hinchas de Newell’s animarán su apoyo a los jugadores con concentración en el Obelisco a las 19 y luego se trasladarán a la puerta del hotel donde concentra desde anoche el equipo, a unos pocos metros.

Si bien este diario pudo saber que los barras canayas y leprosos desistieron de viajar a Buenos Aires para alentar desde fuera del estadio de Arsenal a sus jugadores, Aprevide desplegará un operativo de control excepcional. “Son dos barras muy peligrosas y los dirigentes manifestaron temor por lo que pueda suceder en los banderazos", informó ayer Lugones. "El clásico se debería jugar en Santa Fe, pero a nosotros Copa Argentina nos preguntó hace 15 días si se podía jugar el clásico rosarino en Buenos Aires, porque los dirigentes de los dos clubes rosarinos no se pusieron de acuerdo en donde jugar este partido, con o sin público. Incluso se habló de jugar en el estadio de Colón de Santa Fe, en Rosario y en Rafaela, pero no se pusieron de acuerdo entre ellos ni con las autoridades del área de seguridad de Santa Fe, ni para bancar el partido con o sin público", destacó el funcionario.

"La mayoría de los dirigentes están apretados por estos grupos, ayer (por el lunes) en la reunión (en el predio de Ezeiza de la AFA) nos plantearon sus temores. Pero les dijimos que teníamos responsabilidad de la seguridad, de acompañar a los planteles, de cuidarlos a ellos, y nos hacemos cargo de este clásico”, aseveró Lugones.