La final de la Copa Libertadores entre Boca y River es un hito en el fútbol argentino e internacional, pero el inédito “Superclásico” aún no fue confirmado por la Conmebol, ya que no se sabe quién jugará ni quiénes podrán asistir a los estadios. Los principales interrogantes de la final del máximo torneo de clubes de América son los siguientes: 

  • La Conmebol pone en duda que River juegue la final: la entidad advirtió a través de Twitter, que la final entre Boca y River dependerá de la decisión de la Unidad Disciplinaria sobre un reclamo de Gremio contra el club de Núñez. La institución brasileña protestó porque el entrenador de River, Marcelo Gallardo, violó la suspensión que pesaba sobre él al ingresar al vestuario para hablar con sus jugadores, en el entretiempo de la semifinal del martes. River perdía en ese momento 1-0 y remontó en la segunda mitad para clasificarse a la final. Según diversas versiones, la sanción de Conmebol apuntaría sólo a Gallardo, no al club. 
  • ¿Cuándo se jugarán los dos partidos de la final?: los encuentros habían sido programados para el 7 y el 28 de noviembre, pero fueron reprogramados para el 10 y el 24, aunque Conmebol sólo confirmó a Boca y su estadio “La Bombonera”, sin citar al rival ni el segundo escenario. Buenos Aires albergará el 30 de noviembre y el 1° de diciembre la cumbre de líderes del G20, el influyente foro de gobernanza mundial que reunirá en el mismo lugar a Donald Trump, Vladimir Putin y Xi Jinping, entre otros, en medio de un gigantesco operativo de seguridad que paralizará la ciudad desde varios días antes. Los partidos de la Superliga habrá que reprogramarlos y la semifinal de la Copa local que River disputará con Gimnasia el 14. 
  • ¿Se jugará la final con hinchas de las dos parcialidades?: la final de la Libertadores podría jugarse sin ambas aficiones presentes en un mismo estadio, si el Gobierno argentino decide mantener las medidas de seguridad que desde hace años prohíbe a los visitantes asistir a los estadios para evitar episodios de violencia entre los barras bravas. Sin embargo, en los duelos de los torneos de verano -fuera de la agenda oficial y fuera de Buenos Aires- suelen asistir los hinchas de River y Boca. “Las condiciones del fútbol argentino no variaron para que esto suceda. No vamos a arriesgar a ningún vecino de la ciudad”, señaló el Ministro de Justicia y Seguridad de la Capital Federal, Martín Ocampo. 
  • River y Boca, amenazados por la fecha FIFA y las convocatorias: los equipos de River y Boca podrían verse afectados por convocatorias de sus jugadores a sus respectivas selecciones nacionales, para la próxima doble fecha FIFA, en la que se programaron numerosos amistosos internacionales. El técnico interino argentino, Lionel Scaloni, excluyó a los jugadores de ambos clubes para los amistosos con México, pero no se sabe aún qué hará el seleccionado de Uruguay con Nahitán Nández (Boca) o Camilo Mayada (River), por ejemplo.
  • Boca está en contra de jugar los sábados 10 y 24: el presidente del club, Daniel Angelici, explicó en radio La Red: “Somos muy respetuosos de la colectividad judía y Boca no quiere jugar sábado, por respeto a la cantidad de socios que no podrán estar presentes”. En ese sentido, Angelici adelantó que intentará que su colega de River, Rodolfo D’Onofrio, lo apoye: “Hablaré con él para ponernos de acuerdo, y encontrar alguna variable para jugar el partido en un día y horario que beneficie a todos”. Angelici hace referencia a “Cabalat Shabat”, que empieza cada viernes con la primera estrella y finaliza el día siguiente cuando también aparece la primera estrella, lo que se daría cerca de las 19 horas. Lo curioso es que el equipo, en lo que va de la actual Superliga, jugó tres veces un sábado y lo hará nuevamente mañana cuando reciba a Tigre desde las 20.
  • La Superliga Argentina de Fútbol (SAF) también se opone a jugar esos días: la organización le envió una nota a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para que ésta se la eleve a la Conmebol, donde exteriorizó su disconformidad con que la final de la Copa Libertadores entre Boca y River sea los sábados 10 y 24 de noviembre, porque afecta su calendario. En la carta, la SAF le solicita a Conmebol que revea la decisión, ya que distorsiona el normal desarrollo de la Superliga. “El calendario y la programación del torneo local de Primera División de la Argentina se realizaron considerando las fechas programadas por las competencias continentales”, argumentó la Superliga.