La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recibió a dos integrantes del las fuerzas de seguridad absueltos por la justicia tras haber matado a delincuentes. La foto, una postal más de la defensa cerrada que viene ejerciendo la funcionaria de la política manodurista, incluyó a la policía Carla Céspedes, a quien la justicia absolvió la semana pasada en primera instancia tras haber matado a una ladrón desarmado y por la espalda en 2016  –ayer, este diario publicó el video donde se ve la acción de la uniformada, que deja muchas dudas sobre la futura resolución judicial del caso– y a Arsenio Narvay, un gendarme que quedó en libertad luego de pasar un año y tres meses en la cárcel, tras dispararle a uno de los dos ladrones que intentaron robarle en 2017. La abogada de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú, sostuvo que “es la constatación del estado de excepción, con suspensión de derechos y garantías que venimos denunciando, donde se ha legitimado el gatillo fácil”, y remarcó que esto “tiene un efecto brutal en la proliferación de casos. ¿Qué policía va pensar dos veces antes de tirar  si sabe que lo reciben Bullrich y (Mauricio) Macri?”.

La titular de la cartera de Seguridad recibió a Céspedes, que pertenece a la Policía de la Ciudad pero cuando ocurrieron los hechos revistaba en la Policía Federal, y al suboficial principal Narvay, en la sede del Ministerio, en la calle Gelly y Obes en Recoleta.

“Estamos muy conformes con las resoluciones judiciales y convencidos que esto sienta las bases para un nuevo paradigma con respecto al accionar policial: aquellos que actúen en el marco de la ley serán defendidos. Desde el primer día seguimos los casos, porque tenemos el compromiso de cuidar a quienes nos cuidan”, dijo Bullrich, por medio de un comunicado del Ministerio de Seguridad. 

La información oficial fue distribuida bajo el título “Dos fallos que cambian el paradigma judicial con respecto al accionar policial...”, en línea con las declaraciones que hizo la ministra el viernes pasado, a la salida de un restaurante en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, donde remarcó que ese nuevo paradigma es pasar “de apoyar al victimario para apoyar a las víctimas, y lograr que la política de seguridad no sea basada en derechos humanos para los victimarios sino para las víctimas”.

Ayer, la funcionaria también sostuvo que están evaluando hacer una acto de reconocimiento a los dos integrantes de las fuerzas de seguridad. Al mismo tiempo y sin ambages, la ministra afirmó al medio digital Infobae que “esto es un mensaje para las fuerzas, a la ciudadanía y a los jueces, a los tribunales que trabajaron sin amedrentarse por mensajes que construyen al policía como enemigo, que analizaron los hechos. Nuestros abogados llevaron adelante un proceso para demostrar la verdad”.

“Hay que distinguir una acción policial correcta de una ilegal. No vamos a defender a una persona que usa su uniforme para desprestigiarlo. No defendemos ni al político que roba ni a los policías que torturan... Ese es el marco concreto”, dijo la ministra, que suele asumir la defensa de los uniformados antes de que la justicia se expida, como lo ha hecho con el caso del policía Luis Chocobar. 

Para Verdú, estamos en una situación en la que “hay menos garantías que en el lejano oeste”, y remarcó que la funcionaria “hace declaraciones con los casos que tienen visibilidad”, y calla las denuncias que hay contra las fuerzas que están bajo su mando. “Uno de los ejes centrales del estado de excepción tiene que ver con el alineamiento del Poder Judicial tomando como propia la doctrina Bullrich, que dice que la versión policial es prueba suficiente. Estamos batallando en esos términos judiciales, con jueces que sostiene eso”, remarcó, y advirtió que “es evidente que lo que hace Bullrich no es celebrar un fallo judicial sino bajar órdenes al Poder Judicial, que es algo distinto”. 

El viernes, el Tribunal Oral N°14 absolvió en fallo dividido a Céspedes tras un juicio oral al que llegó acusada de “homicidio agravado por exceso en el cumplimiento de una función” por matar a Ariel Santos, cuando este intentaba montar en su moto, desarmado y de espalda a la policía, para escapar tras robar un supermercado chino. 

Narvay, fue absuelto por el Tribunal Oral N° 5 de San Isidro. Según muestra un video, dos delincuentes lo asaltaron cuando esperaba un colectivo en Rincón de Milberg. Los delincuentes tenían armas blancas y el gendarme les disparó tras un forcejeo.