David Brooks*

Lo que parece ser una ola de votación sin precedente en una elección intermedia, resultó en una derrota parcial del régimen de Donald Trump: los demócratas conquistaron la cámara baja, mientras que los republicanos mantendrán su control del Senado. Pero no apareció la gran ola “azul” demócrata que muchos esperaban y deseaban, y a pesar de que ganaron la cámara baja, esta elección no registró el repudio abrumador de Trump y su agenda que muchos opositores deseaban. Tan fue así que los republicanos ampliaron su mayoría en el Senado.

Sin embargo, para la amplia y masiva coalición de mujeres, jóvenes y minorías que se han movilizado durante los últimos dos años en repudio a Trump y su agenda, fue un triunfo urgente y, para no pocos, el inicio del rescate del país de una amenaza calificada como neofascista y marcada por violencia ultraderechista.

Para los republicanos, retener el Senado, y derrotar candidaturas de muy alto perfil como la del demócrata Beto O’Rourke que amenazaba con sacudir el mapa político nacional en el caso de triunfar sobre Ted Cruz en Texas, evitaron su peor pesadilla, pero a cambio quedaron aún más subordinados que nunca a su líder en la Casa Blanca.

Desde hace unos días, Trump rehusó asumir responsabilidad por la derrota en la cámara baja ante los pronósticos pero enseguida tomó el crédito por el triunfo republicano en la cámara alta y algunas gubernaturas. Pero seguro no mencionó por ahora a su gran aliado antimigrante Kris Kobach quien sufrió una derrota grave al buscar ser gobernador de Kansas.

Además de las 435 curules de la cámara baja y las 35 de los 100 del Senado en juego, también hubo elecciones para determinar 36 gubernaturas. La más importante en esta elección por su impacto nacional son las de Florida donde el soldado leal de Trump Ron DeSantis ganó sobre el demócrata Andrew Gillum para tomar control del tercer estado más grande del país y siempre clave en elecciones nacionales.

A la vez, se votaron una serie de iniciativas ciudadanas en varios estados, incluyendo la despenalización de mariguana. Michigan aprobó legalizar la mariguana, volviéndose el décimo estado en hacerlo. Missouri aprobó legalizar la planta para usos medicinales.

Esta elección también se definió como una de diversidades. Jared Polis de Colorado será el primer gobernador abiertamente gay. Por otro lado, una refugiada somalí y una hija de inmigrantes palestinos serán las primeras dos mujeres musulmanas en el Congreso.

En Nueva York, Alexandra Ocasio Cortez, “socialista democrática”, será la representante más joven en el Congreso. Jesús Chuy García, de origen mexicano, se sumará a las fuerzas progresistas demócratas y defensoras de inmigrantes en el Congreso.

Según encuestas preliminares del Washington Post, los dos factores más importantes citados por votantes al emitir sus votos fueron Trump (en una elección no presidencial) y salud, seguidos por la economía e inmigración.

*De La Jornada de México, especial para Página/12.