Un momento clave de la transición entre un show y otro encuentra a los Puel Kona a punto de ingresar al Teatro Bambalinas. El fin es participar de un mitin afín: el debate en que participará Roger Waters sobre el boicot al que está sometida Palestina. “Estamos en uno de los lugares donde hay que estar”, dicen los teloneros mapuches del ex Floyd, luego de reunirse con Sergio Maldonado, el hermano de Santiago. En uno de los lugares, claro, porque en verdad son varios los que demandan la presencia de este grupo comprometido con la lucha de los pueblos originarios, y todas las que se le parecen en el mundo. “Nuestra cultura está vigente y nosotros somos apenas una expresión más de las tantas que hay de ella. Es una cultura, una identidad y una lucha que se proyecta, y que Waters ha tenido muy en cuenta a la hora de convocarnos”, dice a Página/12 Lefxaru Nawel quien, además de cantante y guitarrista del grupo, es un mensajero de la comunidad. Lo dice entre el recital que dieron el martes y el que vendrá, este sábado a las 20.15 (cuarenta y cinco minutos antes que arranque Waters) en el Estadio Unico de La Plata.

“Fue una posibilidad única la de tocar ante tantas personas, e intentar resumir la lucha de nuestro pueblo. La vivimos muy intensamente, con mucha alegría y emoción, sobre todo por el respaldo que recibimos de parte de tanta gente. Gente mapuche, de los pueblos originarios, y otros que también defienden la vida, el agua y la tierra. Por lo tanto, no tenemos más que agradecer a todos los que nos escucharon y aplaudieron respetuosamente”, destaca este guerrero del Este que se presentó junto a los suyos (Malén Nawel, Umawtufe Wenxu, Amaru Nawel, y Nacho Gentile, el huinca del grupo), antes que Roger activara su monumental maquinaria sonora, visual e ideológica. Y lo volverá a hacer, bajo la misma impronta estética y de resistencia. “Nosotros siempre decimos lo que sale del corazón... no tenemos nada guionado, por lo tanto, lo que haremos está sujeto a eso”, refiere Lefxaru, que también tenía prevista una reunión con el ex Floyd. “Nos mandó un saludo especial después del recital, y su representante se reunió con una autoridad de la comunidad; ahora se viene el encuentro personal”.

Puel Kona se originó hace diez años en el Lof Newen Mapu de la Confederación Mapuche, epicentro del litigio que mantiene esa comunidad con grupos económicos que pugnan por dominar la región, e incluso instalar una potencial base militar. “Vivimos a un kilómetro y medio de donde los yanquis quieren instalar una base”, refiere el cantante de la agrupación, que está a punto de ingresar a estudios para grabar su tercer disco bajo la producción de Goy Karamelo. “El disco va a estar en línea con lo que musicalmente hicimos el martes, y con nuestro mensaje, que es el de vivir en paz en un estado plurinacional. Lo que proponemos es que nos unamos todos los que vivimos en este territorio para enfrentar el saqueo de las multinacionales, las petroleras, las sojeras, las mineras y estos gobiernos que se consideran protagonistas, pero en realidad son meros serviles a esos poderes económicos”, señala Nawel.

--Antes del recital del martes, habían dicho que tenían una mezcla de alegría, ansiedad y temor ante semejante oportunidad. ¿Cómo transitaron esas sensaciones previas, una vez que empezaron a tocar?

--Bien, con un gran sentido de la responsabilidad. Pudimos decir lo que teníamos que decir, y eso nos hizo sentir en paz, además del respeto y del cariño con que nos trató la gente. Colaboró también en este sentido el factor musical, a través de un sonido perfecto. Fue un gran aprendizaje para nosotros apreciar de cerca cómo se hace todo a ese nivel de producción. Ver el show de Waters detrás de la escena fue otra cosa impresionante.

--¿Cuál fue el momento clave del concierto de ustedes?

--Al final, cuando nos aplaudieron y pudimos sentir esa energía, esa voz colectiva tan fuerte que es una ovación en un lugar así. Eso fue inolvidable para nosotros... que se respete y aprecie la consigna que llevamos relacionada con la vigencia del pueblo mapuche porque, más allá de lo artístico, fue algo con lo que la mayoría de los que estaban ahí se encontraron por primera vez. 

--¿Ya les gustaba la obra de Waters y de Pink Floyd desde antes? ¿Eran seguidores?

--Yo creo que ningún músico ni ninguna música de los últimos cincuenta años puede estar ajena a Pink Floyd, en cuanto al sonido y al concepto que ellos manejan. De hecho, para mí es central mantener ese concepto artístico en esta época en que todo está súper banalizado. Este es el mensaje que nos da Waters a todos los artistas jóvenes, tanto como el de ser consecuente con una idea política o ideológica, pero desde un lugar de respeto dado que, como bien dijo al final del show, todos los mensajes que se habían escuchado y visto eran su opinión. Y esto dista mucho de lo que pasa en la Argentina hoy donde nosotros, por el solo hecho de ser mapuches y defender nuestro territorio, somos sistemáticamente atacados por los medios masivos de comunicación, que han manipulado a la opinión pública para estigmatizarnos, e intentar deformar el sentido de nuestras luchas.

--Telonear a Waters es un espaldarazo muy fuerte. ¿En qué grado contrarresta la estigmatización que baja de los medios hegemónicos?

--En buen grado. Pero me gustaría destacar una paradoja: fue un artista de afuera el que nos posibilitó este espacio a los pueblos originarios, algo que difícilmente hubiésemos obtenido desde acá. Y con todo un sentido, porque si uno aprecia el arte de Waters enseguida se da cuenta que va contra el racismo, la xenofobia, y enlaza con el lado más humano de las personas.

--¿Cómo esperan el futuro después de semejante espaldarazo?

--Creo que se nos van a abrir puertas, seguro. Pero nuestra realidad, después de hoy, será volver al mismo lugar del que vinimos: un territorio asediado, judicializado, y con nuestras autoridades acusadas de usurpación, cuando en realidad los que tendrían que estar enjuiciados por lo que están haciendo con los recursos naturales tendrían que ser los que están gobernando. Por eso insistimos en la unidad del pueblo argentino y del mapuche para resistir juntos esta realidad difícil que estamos atravesando para vivir en el país que merecemos.