Un violento tumulto entre alumnos del Carlos Pellegrini y un grupo de policías de la Ciudad se produjo ayer a la tarde en la puerta de ese colegio, en el barrio porteño de Recoleta, cuando los efectivos quisieron detener a un chico de 15 años y alumnos y docentes de la institución lo impidieron. Dos personas, la mamá de un alumno y un preceptor, resultaron con golpes. Las clases del turno noche fueron suspendidas.

El incidente ocurrió hacia las 17.20 en Marcelo T. de Alvear al 1800, cuando efectivos policiales intentaron detener a un adolescente. Según denunciaron desde el Centro de Estudiantes, los policías “no tenían ninguna orden judicial previa” y procedieron de “forma ilegal”.

La secuencia fue registrada por varios jóvenes con sus teléfonos celulares y en las imágenes, difundidas en redes sociales, se pudieron ver forcejeos entre al menos siete policías y decenas de alumnos y algunos preceptores y profesores. En medio de la violenta situación, los preceptores y alumnos lograron llevarse al chico e ingresaron al establecimiento. Las autoridades del colegio les pidieron a los policías que pararan, pero el subcomisario a cargo aseguró tener una orden de un juez federal, cosa realmente difícil de creer toda vez que los hechos se estaban desarrollando en ese momento

“En ese momento hubo todo tipo de agresiones físicas. Los policías empujaron a un preceptor, que se desvaneció y tuvo que recibir asistencia médica. Además, golpearon a varias personas más (entre ellas, la mamá de un compañero) e, incluso, arrojaron gas pimienta para dispersarnos”, consigna el comunicado del Centro de Estudiantes. “El chico quedó muy afectado, llorando y agarrándose el estómago por el maltrato físico que recibió durante la escena. Lo que pasó fue muy grave”, agregaron.

Las autoridades del Pellegrini, a través de un comunicado firmado por el rector, Leandro Rodríguez, aseguran que adultos y adolescentes les pidieron a los policías que respetaran los protocolos para tratar con menores de edad y destacan que ante la “actitud autoritaria, violenta y provocativa (de los policías), la situación se vuelve tensa”.

El comunicado concluye: “Inmediatamente después de los incidentes, desde la Escuela realizamos las gestiones correspondientes con la comisaría local, la Defensoría del Pueblo y el Consejo de las Niñas, Niños y adolescentes.

Repudiamos el accionar irracional y violento de los efectivos policiales y agradecemos la inmediata reacción de las familias y personal de la Escuela que se acercó a contener la situación”.