En 1978, plena Dictadura, la euforia por el Mundial de fútbol obtenido por la Selección argentina de César Menotti aún seguía latente. No obstante, la provincia de San Juan marcaría cerca de fin de año un nuevo hito de color celeste y blanco, en este caso en hockey sobre patines. Dirigido por Santos Alvarez, de la mano del capitán Raúl Martinazzo y su hermano Daniel en una actuación consagratoria, 40 años atrás el equipo nacional se imponía 3-1 ante España, defensora del título, en el Estadio Parque de Mayo. Crónica de un triunfo épico conseguido por jugadores, en su mayoría cuyanos, que finalmente pudieron dar la tan ansiada vuelta olímpica ante su gente. 

El Mundial de Hockey sobre patines originalmente iba a ser en Australia. Pero fue trasladado a la Argentina, más precisamente a San Juan, que ya había sido sede en 1970. Era la segunda vez que la gente de la provincia colmaba las tribunas. Había hambre por lograr el título. 

Formados en el Club Estudiantil y con un apellido que es sinónimo de rodilleras, sticks, bochas y patines, de los ocho hermanos Martinazzo, dos de ellos formaron parte de aquella gesta en tierras cuyanas. Raúl –que jugó en Italia profesionalmente y llegó a jugar siete mundiales con el seleccionado argentino– se despedía de la actividad y fue el capitán del equipo que alcanzó la gloria. Por su parte, Daniel –que tenía el antecedente de haber formado parte de un Sub 18 con apenas 11 años– a la postre terminaría considerado como mejor jugador del certamen. 

La final fue transmitida con inusitado fervor por la televisión en blanco y negro y las radios de entonces. Aquel 11 de noviembre de 1978, con el ingreso del equipo nacional, la pista sanjuanina de granito se cubrió por una lluvia de papelitos. Sin embargo, la cosa arrancaba más bien funesta porque en la formación inicial el arquero Carlos Peña debió reemplazar al mendocino Julio Briones, el menos vulnerado del torneo. 

Era un partido cerrado y ante los que detentaban la corona. Pero Argentina quemó todas sus naves en busca de meterse en la historia del hockey sobre patines, se hizo dueño de las acciones y jugó el mejor partido de todo el campeonato, tras dominar sin complicaciones al quinteto español. 

El final fue todo abrazos. Héroes en su propia tierra, Peña, Briones, Mario Agüero, Carlos Coria, Angel Maldonado, Mario Rubio, el técnico Alvarez y, claro, los Martinazzo terminaron alzando la anhelada Copa del Mundo. Así, la Región de Cuyo empezaba a forjar su proyección al mundo como una inestimable cantera de talentos.