El Consejo Nacional de Justicia de Brasil (CNJ) investigará la aceptación del juez Sergio Moro para comandar el ministerio de Justicia y Seguridad Pública. El magistrado fue invitado por el electo presidente Jair Bolsonaro a liderar dicha cartera. Moro, juez de primera instancia que encabeza el 13° Tribunal Penal Federal de Curitiba (sur), se hizo conocido en la política brasileña por ser la figura principal en la primera instancia de las investigaciones del caso Lava Jato y por haber condenado al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. 

Según explicó el Consejo en una nota, el magistrado Humberto Martins emitió un llamado Pedido de Providencia para que Moro ofrezca explicaciones sobre su nombramiento como titular del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de la próxima gestión. Martins decidió acatar el pedido de algunas entidades, ciudadanos y partidos, entre ellos el Partido de los Trabajadores (PT), para verificar si hubo actividad política por parte de Moro al aceptar la invitación de Bolsonaro. “Buscando posibilitar una mejor comprensión de los hechos, determino que sea el representado (Sergio Moro) notificado para prestar informaciones en 15 días”, expresó el magistrado.

Martins agregó que reunió todos los pedidos que solicitaban la investigación de la conducta de Moro en una única acción, para evitar, así, la “repetición de actos procesales” que verificarían hechos homólogos y representaría un “desperdicio de recursos humanos y materiales”.

En uno de los pedidos presentados ante el CNJ, la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia afirmó que Moro habría violado el Código de Ética de la Magistratura al “iniciar tratativas para ejercer otro cargo público aún durante el ejercicio del cargo de magistrado”. Por su parte, el PT acusó al juez de parcialidad y de “interferir de manera indebida en el proceso electoral, siempre con el objetivo de perjudicar al Partido de los Trabajadores y sus candidaturas”. Hasta que la Justicia impidió que Lula, líder del PT, se presentase como candidato a la presidencia, lideraba todas las encuestas de intención de voto y, según éstas, tenía grandes posibilidades de ganar en primera vuelta.

Moro, por su parte, afirmó el martes pasado que la invitación para que sea el próximo ministro de Justicia y Seguridad Pública no tenía nada que ver con el proceso de Lula, encarcelado desde abril. Asimismo, aseguró que no pretendía hacer uso del Ministerio para promover persecuciones políticas. “No pueden dejarme atado por una fantasía de que estoy promoviendo una persecución política”, dijo. El juez, quien anunció a principios del mes que había aceptado la invitación de Bolsonaro, se encuentra oficialmente de vacaciones y apartado de los procesos de Lava Jato, la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil. Al anunciar que se apartaba de su trabajo, Moro destacó que lo hacía para evitar controversias innecesarias y que solo renunciaría a su cargo de magistrado federal en enero.