La Cámara de Apelaciones de la Conmebol volvió a fallar en contra del entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, al desestimar el recurso presentado por el club para que eliminaran las tres fechas de suspensión por la sanción que acarreaba. La organización resolvió que el entrenador no podrá estar en contacto con sus jugadores en el banco de suplentes en la segunda final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors, pero sí podrá ingresar al Monumental el sábado 24 a las 17, cuando se dispute el partido.

La nueva decisión de la Conmebol se comunicó minutos antes de la primera conferencia de Gallardo tras el empate por 2 a 2 entre River y Boca. “La sensación de no haber estado contra Boca fue horrible. No se lo deseo a nadie”, resaltó el entrenador al hablar de la "angustia" que sufrió por "una gran injusticia". "Estaba bien la suspensión y me la tengo que bancar por transgredir una regla pero de ahí a que me privaran la libertad de ir a un estadio de fútbol, para acompañar a un equipo, me pareció totalmente exagerado y eso fue lo mas angustiante de todo", subrayó ante los medios, a diez días de la segunda parte de la Superfinal. 

En otro pasaje de la conferencia, Gallardo criticó el "chiquitaje absurdo y mediocre" de los que cuestionaron su festejo con los simpatizantes de River desde el balcón en el que se alojaba para ver el partido. "Fue una descarga con los hinchas que están acompañando. Lo que los demás quieran inventar o el chiquitaje absurdo es problema de los demás. Fue una expresión natural de compartir con nuestra gente", amplió. 

Respecto a la cuestión futbolística, el entrenador de River aseguró que en el partido del sábado "ninguno de los dos se sacó ventaja". "El equipo jugó un buen primer tiempo, el partido fue parejo, pero podríamos haber perdido en la última jugada", aclaró el entrenador, quien vaticinó "un partido de emociones muy fuertes" para la vuelta de la final. 

River había apelado la decisión de la Conmebol por considerar que no permitir el ingreso del entrenador en esta etapa definitoria era una “medida extrema” que no estaba sustentada en ningún fallo semejante previo. Gallardo no había podido ingresar en la Bombonera en el partido de ida, que se jugó el domingo por el temporal que azotó la ciudad de Buenos Aires el sábado.

El entrenador millonario había recibido la sanción luego de haber conversado con sus jugadores en el partido contra Gremio por la semifinal de la Copa, lo que implicó un incumplimiento de otra pena previa. El equipo de Brasil había pedido que le dieran el partido como ganado, aunque finalmente la Conmebol aplicó la sanción solamente sobre Gallardo, lo imposibilitaron a entrar a la cancha de Boca, lo suspendieron por tres partidos y le pusieron una multa por 50 mil dólares.