“El Estado tiene identidad, tiene sexo, tiene olor, tiene formas de palpitar… tenemos que recuperar el Estado para el pueblo, darle el rostro y el color del pueblo.” Germán Abdala

Desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri se produjo una constante en el modo de narrar los ajustes y despidos de trabajadores en los medios: se los retrata como vagos, corruptos, poco productivos o acostumbrados a recibir dádivas del Estado sin hacer nada a cambio.

La lógica de producción informativa se encuentra determinada hoy por la concentración de la propiedad, la diversificación de los propios actores políticos-empresariales en distintos mercados mediáticos y la centralización territorial con influencias hacia el interior del país, impactando en la intensidad de los discursos sociales y generando una mayor eficacia en la normalización de sentidos.

Desde la teoría de “agenda setting” se señala la capacidad que tienen los medios para transferir su agenda a la agenda de temas públicos. Clarín y La Nación, diarios de mayor tirada y alcance digital nacional, cuentan con los recursos de concentración y diversificación para que sus discursos circulen con tal efecto.

Realizamos un análisis de noticias en relación a cuatro hechos conflictivos: 1. Grasa militante: Las declaraciones del lobista financiero Prat Gay (enero 2016); 2. despidos INTI (febrero 2018); 3. despidos Télam (Julio 2018); 4. Conflicto Docente Universitario (mayo 2016 y  agosto 2018).

Respecto a “grasa militante”, los diarios cuando dan lugar a una voz opositora, cierran la  nota con un párrafo editorial que descalifica, cuestiona y pone entre comillas todo lo dicho por el opositor. 

Sobre el INTI fue recurrente el espacio a la voz al director diciendo que se trataba de trabajadores con ausentismo, mal desempeño y duplicación de tareas. Es la voz de los directivos del INTI lo que entrama lo que los trabajadores del INTI son o bien se utilizan estrategias tales como cerrar una nota comentando que “Un dirigente de la organización dijo que viajará esta semana a Roma y verá al papa Francisco”. Trabajan desde el enmarcado, generando un montaje de dos enunciados que presentan como inconexos, elaborando dos bloques de enunciados que concatenan como si fuera en un montaje de atracciones cinematográfico.

En el caso Telam se fija una constante de acusaciones sobre modos de contratación y sobredimensionamiento de la planta. Cuando el ministro Hernán Lombardi asiste al Congreso, los diarios dan preeminencia a su versión: sólo en dos párrafos finales incluyen una pregunta de bloques opositores y no está la voz de los y las trabajadores. 

En cuanto a los docentes universitarios, 2016 y 2018, hay una constante temática: los estudiantes como rehenes de los docentes, obviando las organizaciones estudiantiles que acompañan el reclamo, y definen a la paritaria docente como un delito de la cual nadie paga ningún costo. 

Sobre el conflicto universitario 2018, recién en la semana del 20 de Agosto comienza a visibilizarse de forma contundente. Se mantiene en ambos diarios la figura de estudiantes-rehenes. La estrella de las noticias es la UBA, siguiendo en orden de visibilidad las universidades del conurbano. Este recorte selectivo permite que sea verosímil calificar como acatamiento dispar un paro que alcanzó 57 universidades. 

Hemos visto algunas constantes para seguir trabajando. 

-En todos los casos subyace una operación que estereotipa a los trabajadores, construyen estigmas sobre ellos y se legitima sus despidos desde la repetición de su incapacidad para la tarea, ineficiencia, por el sobredimensionamiento de la planta o por su pertenencia ideológica.

-En los puntos que hemos tomado sobresale como central la voz los funcionarios, se sesga la palabra de las y los trabajadores y sus representaciones.

-Cuando se visibiliza la protesta suele repetirse el esquema de “El usuario y la huelga”, texto de “Mitologías” donde Roland Barthes advertía, en 1957, cómo se sobredimensionaba el perjuicio que causaba una protesta y se sesgaban las causas de la misma. 

-Los dos diarios operan para que los conflictos no se vean en sus tramas de relaciones. No construyen series causales. No relacionan unos con otros ni con políticas de Estado. El nombre de la sección “Política” parece un tanto extraño dado el modo en el que se estructuran las noticias.

* Doctor  en Ciencias Sociales. Docente Fac. Ciencias Sociales UBA. Secretario de Prensa Feduba.

** Tesista en Ciencias de la Comunicación. Fac. Ciencias Sociales. UBA.