No podemos hacer la vista gorda frente a que el planteo de esta marca cosmética deba ser llevado a cabo por hombres para que sea escuchado cuando las mujeres lo venimos diciendo hace años.

Además, es importante entender que Avon no es una empresa buena que viene a salvar el mundo, es una de las grandes fomentadoras de la precarización laboral. Con sus sistemas de revendedoras muchas mujeres trabajan a comisión, de manera tercerizada para la empresa –con míseros ingresos por venta que quedan totalmente desfasados y son inútiles en el contexto actual de inflación– y sin ningún tipo de carga social, ni derechos laborales. Entonces la empresa que se vende como feminista de vanguardia con sus bellos sptos producidos de manera profesional y con grandes actores famosos es una de las que genera que cada día crezca más la feminización de la pobreza.

Tampoco podemos dejar de lado que Avon como todas las marcas de los rubros relacionados con lo “femenino” refuerzan y producen ganancias con los estereotipos de belleza que la sociedad impone y que dejan de lado, oprimen y discriminan a miles de mujeres en el mundo. Las pobres, las villeras, las “feas”, las negras, las gordas, las travas, las lesbianas, las putas y muchas otras no entran en los cánones que esas marcas utilizan para su propaganda.

Entonces, ¿Por qué una marca como Avon – capitalista, patriarcal y negrera– incluye en sus propagandas tópicos del feminismo? Porque no les queda otra, porque desde el feminismo le estamos moviendo el piso al mundo entero. Incluso a estas grandes empresas capitalistas. Venimos empujando un cambio del que no hay vuelta atrás, o cambia el mundo o nos lo llevamos puesto. Y de esto no nos dimos cuenta solo nosotras, Avon también y por eso ha lanzado el spot que tan viral se hizo y del que estamos hablando. ¿Y entonces? ¿Debemos tirarnos al piso y patalear porque el capitalismo ha descubierto nuestro plan y se lo quiere apropiar? No, nunca. Nosotras nacimos para vencer y no para ser vencidas, entonces tenemos que aprovechar este video –que, nobleza obliga, debemos reconocer ha llegado a círculos de varones a los que muchos de nuestros discursos teóricos feministas no han interpelado–  para meter más el dedo en la llaga que ese spot ha abierto. Si ese video les hizo un poco de ruido a algunos, nosotras tenemos que estar ahí para profundizar esas discusiones, de eso se trata el feminismo de cuestionar. Cuestionar, cuestionar y cuestionar hasta desarmarlo todo. Y en algún momento ese cuestionamiento va a llegar hasta que quienes se sintieron interpelados con ese video de Avon lo cuestionen también. Cuando eso pase, habremos vencido.

Carolina Brandariz: Maestra de grado y Lic. en Sociología.

Julieta Gargiulo: Militante JP Evita CABA.