La presidenta del Fondo Nacional de las Artes (FNA), Carolina Biquard, presentó ayer su renuncia formal a la entidad. En realidad, según pudo saber PáginaI12, fue el ahora secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, el que le pidió la dimisión a la hasta ayer funcionaria, que había asumido el cargo a comienzos de 2016. Si bien no hubo confirmación oficial, se descuenta que Mariano Roca, que forma parte del directorio de la entidad, sea quien reemplace a Biquard. Hombre cercano a Avelluto, Roca también proviene del mercado editorial, desde donde había llegado al directorio del FNA para ocupar el cargo que dejó vacante el escritor Alberto Manguel, cuando en julio pasado renunció a la Biblioteca Nacional. 

Por más que desde la cartera cultural quieran hacer pasar al alejamiento de Biquard como una “renuncia anunciada”, lo cierto es que en realidad se trata de un despido encubierto.

El FNA es un organismo autárquico, dependiente de la Secretaria de Cultura, que financia y apoya el desarrollo de artistas, gestores y organizaciones culturales sin fines de lucro. El organismo otorga becas, subsidios y préstamos a nuevos creadores, único en su tipo en la Argentina. Los trabajadores del Fondo representados por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) expresaron en un comunicado sus temores “sobre una potencial rebaja del presupuesto del organismo”. En los últimos meses, se propuso en varias oportunidades utilizar partidas destinadas a beneficios del FNA para programas del ex Ministerio, que fueron desfinanciados por el propio organismo”. Además, solicitaron a las nuevas autoridades “que garanticen la continuidad laboral de todos los trabajadores del organismo y, lo que es igual de importante, que se conserven las tareas y el perfil profesional” de cada uno.