El príncipe Saudita Mohammed bin Salman ya está en suelo argentino desde temprano para participar de la Cumbre del G20, mientras pesa sobre él un pedido de Human Rights Watch para que la Justicia argentina abra una causa penal en su contra. El fiscal federal Ramiro González ya empezó a motorizar el requerimiento porque pidió esta mañana librar exhortos a Arabia Saudita y Yemen para saber si existen procesos judiciales contra el príncipe heredero por presunta violación a los derechos humanos.

En el dictamen presentado ante el juez federal Ariel Lijo, el integrante del Ministerio Público evalúa que podría ser competencia originaria de la Corte la denuncia presentada por Human Rights Watch. A Mohammed bin Salman se lo acusa de “ataques aéreos indiscriminados y desproporcionados contra civiles” en Yemen y por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Turquía, que fue brutalmente torturado.

El príncipe Mohamed, el primer líder en llegar a Argentina para la cumbre que el viernes y sábado reunirá en Buenos Aires a los gobernantes de las 20 mayores economías desarrolladas y en desarrollo, aterrizó con su avión en el aeropuerto de Ezeiza a las 7:30, y fue recibido por el canciller Jorge Faurie. Se desarrolló un fuerte operativo de seguridad para garantizar la seguridad de la caravana de su caravana, que atravesó Buenos Aires de Sur a Norte hasta la embajada saudita, en Palermo Chico, donde se hospedará el líder de la petromonarquía.

La polémica desatada por el asesinato de Khashoggi volvió a poner en la mira el rol del reino en el conflicto en Yemen. Desde marzo de 2015, Riad lidera una coalición pro gubernamental contra los rebeldes chiitas conocidos como hutíes, que mantiene al país bloqueado y bombardea intensamente zonas controladas por los insurgentes. Más de 10.000 personas han muerto desde entonces en Yemen, entre ellas unos 85.000 niños menores de cinco años fallecidos de hambre o enfermedades, y más de 14 millones de personas están en riesgo de sufrir una hambruna.

“Las autoridades judiciales deberían evaluar el papel de Mohammed bin Salman en posibles crímenes de guerra cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen desde 2015”, afirmó Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, según la información difundida por el sitio oficial del organismo internacional.