Desde Rosario

Casi un deporte desconocido para los argentinos, el beach handball se transformó en una inesperada pasión de multitudes en los recientes Juegos Olímpicos de la Juventud. La intensidad de los partidos, su corta duración, las definiciones cerradas, los acrobáticos giros y flies para conquistar goles que según su factura se contabilizaban como simples o dobles, los cambios constantes de jugadores, entre otros atractivos, fueron despertando el entusiasmo. Así las selecciones argentinas de mujeres y de hombres vieron crecer incesantemente el público que las seguía en el estadio montado en el Parque Sarmiento, hasta llegar a la apoteosis de las finales, donde los muchachos se quedaron con la medalla de bronce, al superar a Croacia en la definición por ese tercer escalón del podio. En tanto, las chicas dirigidas por Leticia Brunati y autodenominadas Las Kamikazes se colgaron la medalla de oro, postergando a una auténtica potencia como Croacia. 

Durante los Juegos e inmediatamente después, la Confederación Argentina de Handball recibió una incesante lluvia de mails que preguntaban dónde se podía aprender a jugar el beach handball. “Era increíble. A nosotros mismos nos sorprendió el fenómeno. Cuando volvimos a nuestros clubes, a entrenar a los equipos de handball indoor, nos encontrábamos con chicos que nos preguntaban cómo hacer para anotarse y practicar beach handball”, cuenta Gastón Boiman, preparador físico del cuerpo técnico encabezado por Daniel Zeballos que entrenó el equipo masculino que coronó su gran torneo con el bronce. Sin embargo, la Confederación no ha podido todavía darle cauce al multitudinario interés con acciones concretas, y en muchos casos ni siquiera hubo una respuesta para los mails que desbordaron la dirección de la entidad. 

“Vivimos unos momentos increíbles. Recibimos muchos reconocimientos. Ahora que se aplacó un poco aquella euforia es tiempo de potenciar el deporte, y para eso resulta tan necesario captar jugadores como formar entrenadores, que no hay en número suficiente. También sería importante armar un circuito de competencia. Hay algunos primeros pasos, como la cancha que próximamente se inaugurará en el polideportivo municipal de Quilmes como también lo que se está haciendo en Córdoba para desarrollar el beach handball. Es muy importante que esa plaza se sume con fuerza a nuestro deporte. Nos da más chances de armar un circuito de torneos”, cuenta Brunati, que por estos días está en Rosario para trabajar en los Juegos Nacionales de Playa

“No es una tarea sencilla encauzar una demanda tan grande como la que generaron los Juegos de la Juventud. Sin duda, que el handball se beneficiaría sobremanera si se logra hacerlo. Las medallas olímpicas de Las Kamikazes y de la selección masculina son muy importantes, pero son la base para lo que debe ser el despegue de este deporte”, opina Rodrigo Cleppe, entrenador de la selección mayor de beach handball masculino. El técnico le da actualidad mundial a su enfoque. “Hace poco me tocó ir al Mundial de Beach Handball en Kazán, con la selección de mayores. Y ahí ya vimos que el deporte está cambiando mucho técnicamente respecto de lo que se vio en Buenos Aires 2018. Los brasileños, los reyes de este deporte, han dado un paso más adelante, y ya no se conforman con los espectaculares giros hacia abajo o hacia los costados para marcar los tantos, sino que ahora los giros son elevándose  lo más posible, para evitar los bloqueos y sacar unos verdaderos mandobles imposibles para los arqueros”, completa Cleppe.

Además, Cleppe destaca el valor de la base que hereda de la selección masculina que comandó Zeballos en los Juegos de la Juventud, pero destaca que para superar el undécimo puesto conquistado en el mundial de Rusia está encarando una intensa tarea, que abarca la detección de nuevos talentos como en el perfeccionamiento técnico de los que ya tiene anotados en su agenda. Una buena medida de las potencialidades del progreso a nivel internacional lo tendrá en marzo próximo, cuando ponga a prueba la selección que comandará en los juegos Sudamericanos de Playa. De cara a esa cita, la prioridad de Cleppe es sumar altura entre los preseleccionados, algo para lo que vinieron como anillo al dedo la tercera edición de los Juegos de Playa en Rosario con la presencia de los mejores valores del beach handball.

Brunatti, Cleppe, Boiman y toda la gente vinculada al beach handball tiene puestos sus deseos y capacidades en que el fuego que se inició con los Juegos de la Juventud no se transforme rápidamente en cenizas, sino que se multiplique en focos para consolidar el deporte, sacando rédito al fervor popular que se entrevió en Buenos Aires 2018.