“Batallamos para que nos vuelvan a abrir el mercado de limón. Lo central ahora es la seriedad y la confianza que podamos generar (para seguir exportando)”, afirmaba Mauricio Macri el 20 de diciembre pasado. Hace una semana el Presidente aseguró: “No creo que sus políticas proteccionistas nos perjudiquen”, en referencia al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El festejo anticipado y la esperanza de Macri recibió ayer un duro baño de realidad, exhibiendo una vez más la debilidad analítica del gobierno acerca de lo que está pasando en la economía mundial. Estados Unidos bloqueó el ingreso de limones argentinos para proteger a los productores de ese cítrico de la competencia del primer productor mundial de esa fruta. La empresa San Miguel, principal exportadora de limones del país, recibió el impacto reflejado en una caída de sus acciones en 6,7 por ciento en el mercado bursátil local, en una jornada donde la mayoría de los papeles terminaron con signo positivo.

 

Dentro de un amplio paquete de medidas proteccionistas que firmó el presidente Donald Trump se encuentra la suspensión de la importación de  limones desde la Argentina por sesenta días. Esa medida proteccionista fue informada por el Departamento de Agricultura. Las autoridades sanitarias estadounidense habían autorizado el mes pasado la compra de limones argentinos, tras más de quince años de negociaciones. “El proteccionismo exagerado no es bueno para el crecimiento global. Si Estados Unidos aplica un proteccionismo más marcado que al actual, no será bueno no sólo para la Argentina sino también para el mundo”, reaccionó, como novia despechada, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Su par de Agricultura, Ricardo Buryaile, quien había anticipado el fin de semana que nada cambiaría respecto del acuerdo limonero con la llegada de Trump, buscó minimizar el efecto y sostuvo que “se va a trabajar desde Cancillería, el Servicio Sanitario y el embajador en Washington”. “Vamos a seguir los canales diplomáticos normales y tenemos la confianza de que vamos a llegar a buen puerto”, agregó.

El gobierno nacional había celebrado que las autoridades sanitarias estadounidenses en las últimas semanas del gobierno de Barack Obama habían autorizado la entrada de limones. La Argentina es uno de los principales productores y exportadores mundiales de ese cítrico, pero Estados Unidos aducía cuestiones sanitarias para frenar su entrada. Desde 2008, el país busca abrir ese mercado. El lobby de los productores del Estado de California había logrado bloquear el ingreso. 

Como se mencionó al comienzo, Macri había destacado la reapertura de esa plaza en un acto en Tucumán, principal provincia productora de limones de la Argentina, en diciembre pasado. Este fin de semana, el ministro de Agricultura había descartado problemas por la asunción de Trump. “Nada de eso va a suceder porque se han cumplido los pasos sanitarios y políticos”, anticipó Buryaile. 

El primer embarque hacia Estados Unidos estaba previsto para mañana. Los productores citrícolas de Tucumán tenían preparadas unas 10.000 hectáreas para iniciar las exportaciones con un programa de unos tres años, con un progresivo aumento de las ventas hacia la costa este, a través de los puertos de Baltimore y Nueva York. El objetivo era lograr el envío de 20.000 toneladas en el transcurso de este año, una cantidad que no afectara a otros proveedores y previniendo de ese modo nuevas trabas. La decisión generó incertidumbre entre productores tucumanos. El presidente de la Asociación del Citrus de esa provincia, Roberto Sánchez Loria, consideró que la medida “es bastante sorpresiva e insólita”. “Supongo que un país como Estados Unidos tiene que cumplir los acuerdos, y si no deberá dar la razón por la cual no cumple”, agregó. Jorge Neme, secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán, consideró que se trata de una medida transitoria de “uso y costumbre” de todas las administraciones, que revisan siempre lo que dejaron sus antecesores. 

El presidente de la Federación Argentina de Citrus, José Carbonell, afirmó que si el gobierno estadounidense no vuelve a autorizar el ingreso de limones tucumanos sería un golpe para el sector que invirtió mucho tiempo, esfuerzo y dinero para reactivar esas ventas. El país exportó jugo de limón a Estados Unidos por 57 millones de dólares, un 12,6 por ciento del total de 455 millones que vendió al exterior (por jugo y limones) en los primeros once meses del año pasado. El ingreso del jugo procesado no estaba prohibido. La expectativa era sumarle 20 millones adicionales por la fruta. “La noticia nos cayó mal. No tenemos otra manera de recibirla porque teníamos una fuerte expectativa de poder retomar las exportaciones de frutas frescas a ese mercado”, se quejó Carbonell.