Una agenda ilustrada puede pensarse como una agenda con dibujitos en los márgenes o puede pensarse como un libro. Un libro que se completa con la vida de una persona en un año, que no extiende su vida útil más allá de ese lapso y que en el mejor de los casos se reconvierte en un registro, pero un libro al fin. Uno que, además, puede crearse pensando en cómo afectar para mejor la vida de sus lectores/usuarios. Eso se desprende de las reflexiones de Miguel Rep en torno a su Agenda Urbana 2019, que mañana acompañará la edición dominical de PáginaI12.

“La idea de ciudad, de lo urbano, hizo el concepto”, comienza el dibujante y artista plástico. “El tratamiento de libro está en tanto que fue finamente editado, eligiendo entre más del doble de los dibujos que componen el corpus, los que quedaron y que tengan que caer en las zonas calendarias donde tenían que ubicarse”, cuenta el dibujante de las contratapas del diario. Pese al enfoque cuidado, Rep no pierde el norte del objeto: “Es una agenda para guardar, no un libro”.

Esta edición es “urbana” porque buceará en la cotidianeidad de las ciudades, especialmente de Buenos Aires. “Hacía rato que tenía ganas de contar la calle, lo urbano”, explica el artista. “Quería trabajar sin mis personajes, simplemente con las situaciones de mi ciudad”, plantea. A medida que avanza con su explicación, es imposible no tener el horizonte de los Barrios, su enorme trabajo retratando cada rincón porteño, una de sus obras emblemáticas. “Trabajé eso durante años, pero aparte de aquello macro que fue ese libro, este es mi trabajo micro”, propone y compara.

Ya desde los Barrios, Rep guarda una relación íntima con Buenos Aires. “Todo”, dice. “Mi pase por todas las ciudades donde ando y siempre comparo, los ecos urbanísticos, la arquitectura, las transiciones barriales”, enumera. “Lo urbano es ese tejido entre programado y espontáneo, lo que se decreta y lo que impone el uso y el desuso”, define. “Es a raíz de mi trabajo sobre mi ciudad y sus 48 barrios como aprendí a leer lo urbano de todas partes”, reconoce. “Mi brújula está claramente signada por el río, el Riachuelo, el Conurba y un cuarto luar que en cada ciudad cambia: por las montañas, por océanos, por selvas, y en otras ciudades, por locaciones de clases sociales”, profundiza. “Soy un flaneur con brújula, buscando paradojas”, vuelve al concepto. En este sentido, observa, el planteo inicial que se hizo a sí mismo fue “muy distinto” al de las agendas de años pasados. “Esta es mi manera de pintar mi aldea, son dibujos muy particulares, precisos, pero también sintéticos”, explica. “Cada tema que abordé requirió un tratamiento distinto”.

Rep es de quienes se muestras fascinados ante el movimiento urbano. “Una ciudad es algo muy rico y lo urbano es un espectáculo muy creativo”, señala. “El teatro de la realidad es muy dibujable, así que supongo que los usuarios de la agenda van a reencontrarse con situaciones que han vivido, en las que participaron o quizás simplemente descubran una ciudad que desconocían”, confía. “Siempre con la mirada del humor”, aclara. La complicidad con el lector de la ciudad, concede, es imprescindible para acercarse a esta agenda–libro.

“También quería transmitir la idea de que, pase lo que pase, la ciudad siempre va a estar”, plantea. “Algo metafísico está en la polis, y hay períodos muy agrios y otros muy dulces, pero lo edificado dura, la memoria está y somos actores de la memoria que será”, reflexiona. El resultante de ese concepto es que en la agenda habrá “dibujos con humor que fui publicando durante muchos años de flaneur o de vecino de este enjambre que armamos entre todos”. Y para quienes la usen intensamente y no la compren como objeto de colección, aspira a “un respiro semanal, como todos los años, que puedan convivir sus días y sus horas con mis dibujos cómplices”. Lo que prima, apunta, “es el humor, todo al servicio de hacer agradable el paso de las semanas”. ¿El objetivo? “Acompañar a la espera de tiempos mejores que, espero, empiecen este 2019”, se esperanza. “Es largo el dolor y es larga la resistencia, será largo el año, mejor acompañarlo con humor”.