El saldo comercial sumó 65 millones de dólares en diciembre pasado, cuando había anotado un desequilibrio de 1091 millones en igual mes de 2015. En el acumulado de 2016, se computó un saldo de 2128 millones, contra el rojo de 2696 millones del mismo período del año anterior. La mejora en los resultados comerciales no se explicó por un incremento significativo de las exportaciones sino por una reducción fuerte de las importaciones, en particular, industriales, debido a la recesión de la actividad en el mercado interno. El año pasado el comercio registró dos grandes tendencias: la reprimarización de las exportaciones, donde los despachos de productos manufactureros y de economías regionales perdieron participación en las ventas, y el fuerte ingreso de bienes de consumo del exterior, que empezaron a reemplazar producción local.

El Indec publicó ayer el documento con datos de comercio exterior de los primeros doce meses de gestión del Gobierno. Las exportaciones sumaron 57.737 millones de dólares en 2016, un 1,7 por ciento más en relación con 2015. En diciembre, en tanto, se ubicaron en 4591 millones, con un avance de 34,0 por ciento interanual. Los productos primarios, que generan poco valor agregado y demandan baja cantidad de mano de obra en el mercado interno, explicaron el 21,2 por ciento del total de las exportaciones. En diciembre de 2015, en contraste, significaban 12,9 por ciento. 

Las medidas económicas del macrismo fomentaron negocios de grupos concentrados del complejo agropecuario, mientras que no se generaron iniciativas para impulsar las ventas del complejo industrial. Las exportaciones de bienes manufactureros explicaron el 32,4 por ciento del total de los despachos, cuando eran 39,5 el año anterior. Esta situación en la que los productos primarios ganaron terreno a los industriales provoca tensiones en el mercado laboral y vuelve a las exportaciones vulnerables a la volatilidad del precio internacional de los commodities como la soja.    

En el detalle por productos exportados, el Indec precisó que el rubro de  productos primarios sumó exportaciones por 15.645 millones de dólares, con una suba del 17,7 por ciento. En este bloque se destacaron las ventas de cereales, al sumar 6978 millones, con un incremento del 44,1 por ciento. Las exportaciones manufactureras, en cambio, cerraron en 16.762 millones, con una baja de 6,6 por ciento. Se subrayaron las caídas en autos (-16,4 por ciento), textiles y confecciones (-23,4 por ciento) y en máquinas y aparatos eléctricos (-9,5 por ciento). En lo que refiere a los despachos de las economías regionales, las caídas más importantes se observaron en lácteos (-26,2 por ciento) y en pieles y cueros (-13,2).

El reemplazo de exportaciones de alto valor agregado por despachos de productos primarios no fue la única tendencia de 2016. El informe oficial reflejó que, pese a la fuerte recesión del mercado interno, hubo una marcada apertura comercial, que impulsó la importación de bienes de consumo terminados, los cuales dificultaron la producción de empresas que operan en el mercado interno. En el acumulado del año, por caso, se compraron 7399 millones de dólares en bienes de consumo, con una suba de 9,1 por ciento contra 2015. En diciembre, en tanto, sumaron 630 millones, con un incremento del 9,7 por ciento interanual medido en cantidades. Fue uno de los pocos rubros donde hubo un alza en las importaciones. En autos, la suba de 2016 fue de 33,5 por ciento y en bienes de capital (principalmente maquinaria agrícola), 2,2. A diferencia de este desempeño, se destacaron las bajas del 14,4 por ciento en bienes intermedios, del 30,7 por ciento en combustibles y lubricantes y del 10,8 en piezas y accesorios para bienes de capital. De este modo, el total de importaciones cerró 2016 en 55.610 millones, con un retroceso del 6,9 por ciento.