El gobierno de China convocó ayer al embajador estadounidense en Beijing para protestar por el arresto de la directora financiera del grupo chino Huawei, lo que aumentó la tensión entre ambas potencias. Sin embargo, Washington rechazó la idea de que el encarcelamiento pueda contaminar las negociaciones comerciales con el país asiático, en medio de la tregua de 90 días en la guerra comercial. 

Meng Wanzhou, de 46 años, fue arrestada en Canadá el 1 de diciembre a petición de Estados Unidos, por la sospecha de que su empresa había cometido fraude para burlar las sanciones estadounidenses contra Irán. El arresto fue condenado enérgicamente por Beijing. Por ello, China convocó ayer al embajador de Estados Unidos para protestar por el arresto de la directora de finanzas del gigante chino de las telecomunicaciones, y le pidió a Washington que abandone su solicitud de extradición. La justicia canadiense debe pronunciarse hoy sobre su posible liberación bajo fianza.

“Pekín se opone firmemente a esta detención y urge firmemente a Estados Unidos a que otorgue una gran importancia a la posición solemne y justa de China”, dijo ayer el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado divulgado luego de que el viceministro Le Yucheng llamara al embajador estadounidense ante ese país, Terry Branstad. “Le Yucheng señaló que Estados Unidos había violado los derechos legítimos y los intereses de ciudadanos chinos, y la naturaleza de esta violación es sumamente grave”, afirmó el ministerio. Ya el sábado, la cancillería china había convocado al embajador estadounidense Jonh McCallum. “China urge encarecidamente a la parte canadiense a que libere de inmediato a la persona detenida y proteja seriamente sus derechos legítimos; de lo contrario, Canadá debe aceptar su responsabilidad por las graves consecuencias causadas”, señalaban las declaraciones del sábado.

El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, el principal negociador de ese país, enfatizó, sin embargo, que el caso no debería tener impacto en las negociaciones comerciales de Estados Unidos con China. “El de Huawei es un caso penal que está totalmente separado de mi trabajo o el de las personas que trabajan en políticas comerciales”, agregó.

En una entrevista con la cadena estadounidense CBS, Lighthizer también se mostró rotundo al señalar que no planea extender la tregua de 90 días en la guerra comercial concedida la semana pasada por el presidente estadounidense, Donald Trump, al cierre de una reunión en Argentina con su homólogo chino, Xi Jinping. “En lo que a mí respecta, es una fecha límite”, afirmó. “Cuando converso con el presidente de Estados Unidos, él no habla de ir más allá de marzo; habla de alcanzar un acuerdo, si se consigue, en los próximos 90 días”, aseguró. Lighthizer también advirtió que se había acabado el tiempo en que Estados Unidos se conformaba con promesas a las que no seguían acciones concretas, como ha sido, dijo, en los últimos 25 años.