Un número clave en estos 35 años de democracia es el 5. Cinco fueron los comandantes condenados en el Juicio a las Juntas de 1985. Dos de ellos, Jorge Videla y Emilio Eduardo Massera, a reclusión perpetua. Roberto Viola, Armando Lambruschini y Orlando Agosti a penas menores.  

Viene el 593. Es el número de causas abiertas por crímenes de lesa humanidad desde 2006, cuando los tres poderes del Estado permitieron otra vez el juzgamiento de los represores. Un 33 por ciento tenía sentencia en 2017. El 47 estaba en etapa de instrucción. 

Número para 1984, 4,7 por ciento. Así resultó el índice de desocupación durante el primer año de gestión de Raúl Alfonsín. Llegó a un 17,5 por ciento en 1995, en pleno gobierno de Carlos Menem. Volvió a trepar al 19,7 por ciento en el 2002, con Eduardo Duhalde de Presidente, después de la crisis del 2001 que terminó con la Convertibilidad y con el mandato de Fernando de la Rúa. 

Número de crecimiento del PBI en 2010, con Cristina Fernández de Kirchner, 9,1 por ciento. Número de crecimiento en 2011, 8,6 por ciento. 

Capacidad instalada de la industria en septiembre de 2018, a casi tres años del inicio de la Administración Macri, 60 por ciento. Cuatro de cada diez máquinas están paradas. 

El número de la inflación anual pronosticada para 2018 tiene un piso del 45 por ciento.

Otro número es 48,8. Es el porcentaje de chicos pobres según la Unicef. Son 6,3 millones de chicos de la Argentina los que sufren la vulneración de al menos un derecho.  El 9 marca cuántos fueron los jóvenes muertos cuando estaban hacinados en la comisaría tercera que la Bonaerense tiene en Esteban Echeverría. 

Números son los que integran también el dos por uno. El 3 de mayo de 2017 un fallo de la Corte Suprema beneficio con ese régimen a un torturador. El 10 de mayo, el Congreso sancionó una ley revisando las normas. Esta semana la Corte Suprema volvió a fallar. Fue cuatro a uno en sentido contrario al fallo anterior.

Otro número es, claro, el 2019. ¿Habrá una coalición de panperonismo más aliados políticos y sociales que le dispute al Pro? Y los votantes, ¿traducirán en sufragios la angustia o la bronca? ¿O, como en Brasil, el miedo y el odio vencerán? ¿Qué harán en las elecciones no solo los pobres sino los obreros que se quedaron sin trabajo y los docentes humillados? ¿Cómo reaccionarán los pequeños empresarios que hayan sobrevivido y los pymes conscientes de que, en recesión profunda, el único misterio es quien se funde primero?  Además de votar, ¿los castigados harán campaña?

La Argentina se plantea estas preguntas en el medio de dos números. Uno es el 35, por el aniversario de la democracia. Otro, el 70. Son los años que cumple hoy la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que con 500 idiomas es el documento más traducido del mundo. El artículo primero dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Deben.

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