Integrantes del Programa Nacional de Olimpíadas denuncian que no está garantizada su continuidad para el ciclo 2019. Si el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación no publica una resolución de continuidad, el próximo año no habrá olimpíadas locales de Ciencias Junior, Biología, Física, Química, Informática, Filosofía, Geografía e Historia y se suspendería la participación de las delegaciones argentinas en competencias internacionales.

“Esto es gravísimo porque hay chicos que están esperando que los convoquemos y tienen que tomar decisiones. Si participan en las Olimpíadas Internacionales en 2019, tienen que postergar su ingreso a la universidad”, señaló María Laura Uhrig, directora del programa de la Olimpíada Argentina de Química. Uhrig informó que en esta época es cuando comienzan a notificar a los estudiantes que participaron de la competencia nacional. “Los convocamos para decirles que vengan a Buenos Aires en marzo y hoy no lo podemos hacer porque no tenemos garantizada la continuidad en 2019”, lamentó.

Uhrig, docente e investigadora en el Conicet, contó a PáginaI12 que hace dos semanas, en conjunto con las otras ciencias que integran el Comité Interolímpico, le enviaron una carta a las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación para saber qué sucederá en 2019. “No tuvimos respuesta del Ministerio hasta ayer, después de que publicamos un comunicado en el que contamos nuestra situación”, dijo la docente. El jueves 20 habrá una reunión, aunque esto no implica la continuidad del Programa Nacional de Olimpíadas. “La reunión es promisoria. Abre las posibilidades”, opinó Uhrig.

La Olimpíada de Química es un programa de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA que funciona hace 28 años. Está dirigido a escuelas secundarias públicas y privadas a nivel nacional. “Este año participaron más de 2500 chicos y chicas de todo el país”, informó Uhrig. En marzo se abre la inscripción para que las escuelas que quieran participar se anoten a través de un profesor coordinador. “La competencia tiene varias etapas –colegial, intercolegial, zonal– que ocurren a lo largo del año hasta que llegamos a una instancia nacional en noviembre que siempre se hace en Córdoba. Este año participaron 300 estudiantes, aproximadamente”, afirmó la docente. “Son todas etapas de examen y los chicos van felices a dar un examen”, agregó.

De esa competencia nacional se selecciona un grupo de chicos para participar de las Olimpíadas Internacionales de Química. “Partimos de un grupo de 24 chicos de los que van a quedar 4”, afirmó Uhrig. Ese grupo de chicos irá a la competencia internacional que se realizará en julio del año que viene en París.

El recorte del macrismo en la ciencia ya se había manifestado en reducciones presupuestarias. “Nuestro presupuesto de 2018 tuvimos que reducirlo porque nos dijeron que teníamos que repetir el de 2017, que fue de 4,6 millones de pesos”, lamentó Uhrig. La investigadora de Conicet destacó que la Facultad de Exactas es “un ente administrador muy eficiente”. “Tenemos mucha experiencia en gestión y hemos podido hacer todo lo que nos hemos propuesto, pero tuvimos que ajustarnos. Por ejemplo, tuvimos que reducir el número de estudiantes para la instancia nacional”, sostuvo. 

Uhrig ponderó que las olimpíadas son “una instancia donde se convoca a los chicos para profundizar en conocimientos disciplinares específicos” donde se profundizan temas más allá de lo que está incluido en la currícula escolar. “Nuestro objetivo principal es mostrarle a los chicos qué espectro de posibilidades tienen a futuro. Queremos mostrarles qué es la química, qué es la facultad, qué es un experimento para que se den cuenta si les gusta o no. Al mostrarle las posibilidades el estudiante tiene elementos para elegir”, manifestó.

En sus 28 años de participación, los estudiantes argentinos ganaron 9 medallas de oro, 23 de plata, 50 de bronce y 8 menciones en la Olimpíada Internacional de Química. Sin embargo, para Uhrig el mayor logro de las competencias es la experiencia que ganan los estudiantes y las comunidades educativas. “Pasan los años y hay chicos que te escriben para decirte que conocieron gente con sus mismos intereses o que empezaron una carrera en química y se doctoraron”, contó a este medio y agregó que también se ve cómo las escuelas que participan mejoran su nivel. 

Informe: Ludmila Ferrer.