Se profundizan los problemas en el Fondo Nacional de las Artes (FNA), organismo dedicado a financiar y apoyar el desarrollo de artistas, gestores y organizaciones a través de becas, subsidios, préstamos y concursos. Luego de la renuncia de su presidenta, Carolina Biquard, en los últimos días renunciaron el vicepresidente, Facundo Gómez Minujin, y dos directores: Juan Javier Negri (Arte y Derecho) y Juan Collado (Arte y Tecnología). 

Tras una celebrada gestión desde 2016, Biquard dejó su cargo a fines de noviembre, diciendo que el secretario de Cultura, Pablo Avelluto, no respetaba la autarquía del Fondo. Que la Secretaría había financiado algunos de sus programas con dinero del FNA y que le había solicitado 19 millones de pesos. Luego de su renuncia –o despido encubierto–, se fue del directorio Eduardo Stupía (representante de Artes Visuales), de forma inmediata. Sebastián Blutrach se había alejado en septiembre, y según trascendió, su lugar como referente de Artes Escénicas lo ocupa ahora Alejandro Tantanian. Mariano Roca era representante de Literatura hasta convertirse en el nuevo presidente. Esto quiere decir que, actualmente, hay cinco puestos vacantes en el directorio. Roca aseguró a La Nación que serán cubiertos en los próximos días.

“El Fondo Nacional de las Artes es una institución de la que los argentinos podemos estar orgullosos. En 2018 ha cumplido 60 años de vida. Lamento que a este aniversario se lo deba celebrar en un ambiente generalizado de temor y alerta ante la posible pérdida de su autarquía económica y de su independencia operativa o el arrebato de sus recursos”, expresó Negri mediante un comunicado. El representante de Arte y Derecho, quien formalizó su renuncia el 14 de diciembre, entiende que “la precipitada sustitución” de Biquard implica “el abandono de políticas culturales en marcha”. “Si algo funciona no hay por qué arreglarlo. Parecería que, antes que favorecer una política estable, consistente y duradera, y que estaba (y continúa) rindiendo frutos, una vez más se prefirió una excusa irrelevante para justificar una decisión personal que arrasó con una institución ejemplar”, opinó el abogado. Ocurre que Avelluto negó todo lo que Biquard denunció y habló de un “desgaste natural” de una “gestión intensa”.

En diálogo con PáginaI12, Negri manifestó su preocupación por la inclusión, dentro del directorio del Fondo, de cada vez más “funcionarios cercanos a Avelluto”. “Con Carolina había gente que pensaba de manera distinta políticamente. Trabajábamos desde la independencia de criterios y la libertad creativa”, comparó. “Avelluto dijo que con ella hubo un desgaste de una relación personal, pero esto derivó en un ataque a una institución que funcionaba muy bien”, agregó. No lo convencen las promesas de Roca de que se mantendrá la autarquía del FNA: “Prefiero equivocarme afuera y no adentro”. Según reveló, las otras personas que se apartaron lo hicieron en solidaridad con Biquard y por sentirse parte del diluido equipo.