Las criaturas fantásticas, los monstruos mitológicos, ya no son lo que eran, básicamente porque su monstruosidad está en duda, dadas las comparaciones con la humanidad. Esta sensación aparece, como un regusto marino, en Tidelands, la serie producida en Australia que debutó en diciembre en la grilla de Netflix y que revisa el mito de las sirenas (no las policiales, ni las de autobombas ni ambulancias, sino las sensuales criaturas con torso de mujer y cola de pez). Es que las sirenas de Tidelands no se limitan a repetir su karma mitológico de nadar, seducir a marinos incautos y luego pasarlos por el arpón, sino que, muy por el contrario, están metidas hasta las branquias en miserias humanas como el delito o la codicia. Así, se involucran rápidamente con el negocio más próspero del pueblo costero australiano donde transcurre la acción: el contrabando. Y, acaso en una adaptación del mito a una era de liderazgos femeninos, estas sirenas hasta tienen buen don de mando para hacerse cargo de operaciones clandestinas. 

Con un elenco que encabeza la actriz española Elsa Pataky (de la saga Rápido y furioso y que alguna vez tuviera un paso por Rebelde Way, a las órdenes de Cris Morena), Tidelands aspira a aportar una nueva vuelta de tuerca al mito de las sirenas, que hasta el momento parecían algo relegadas del elenco estable de seres monstruosos de la TV (acaso con la excepción de Siren, experimento que sólo tuvo pantalla en la plataforma online de Freeform). PáginaI12 entrevistó al autor australiano Stephen M. Irwin, creador y guionista de Tidelands.

–¿Qué tiene de especial Tidelands para competir en la nutridísima oferta de series? 

–Tidelands es un drama sexy y sobrenatural de suspenso, que aprovecha los relatos interculturales sobre sirenas de una manera diferente. Muchos personajes significativos de la serie son mitad sirenas, mitad humanos... o sea, seres que se parecen a nosotros pero que anhelan el mar y sus orígenes sobrenaturales. La tensión entre las criaturas –los “tidelanders”– y los humanos del municipio cercano, que se apoyan a regañadientes en las habilidades especiales de estos híbridos, construye un contexto para la historia que no se ha visto antes. Me encanta escribir personajes fuertes, tanto hombres como mujeres, y espero que los espectadores disfruten de la serie, que es una historia divertida y fascinante, con personajes inteligentes, sensuales y peligrosos. 

–Hemos visto mucho sobre vampiros, hombres lobo, zombies... pero las sirenas parecen estar menos presentes en esta edad de oro de las series. ¿Por qué? ¿Qué significan las sirenas para usted?

–Uno de sus aspectos particulares de Tidelands es su interpretación de la mitología sobre la sirena, esos espíritus sobrenaturales marinos que existen en casi todas las culturas del mundo: desde el ningyo en Japón hasta la mama wata africana; desde los marakihau de Nueva Zelanda hasta las sirenas de la mitología griega. Estas historias de criaturas marinas, estos personajes parcialmente humanos, son parte de nuestro inconsciente colectivo. Y aunque que la imagen más popular de las sirenas, la que se ha vuelto dominante, es la de una mujer hermosa con una cola de pez en lugar de piernas, las otras historias, acaso en segundo plano, incluían otros matices. Las sirenas de Tidelands son criaturas que no se parecen mucho a las sirenas del cine popular del siglo XX, pero que a la vez, están relacionadas. Tienen más que ver con las entidades no humanas, mortales e inescrutables, de las antiguas leyendas. Fue un placer tener la oportunidad de investigar esas historias y tenerlas como base para nuestra serie, que transcurre en un pequeño pueblo pesquero actual que lucha por sobrevivir mediante el contrabando. Lo que me encantó de escribir este guión fue la idea de que el mar escondiera unos seres capaces de guardar secretos únicos. 

–¿Influyó en usted el contexto mundial de movimientos de empoderamiento femenino al momento de escribir una historia sobre sirenas? 

–Las sirenas, y muchos otros espíritus acuáticos similares de la mitología, han sido esencialmente femeninos. Y muchas de estas criaturas utilizan sus atracciones terrenales, como la belleza física o la seducción de sus voces, para atraer a los hombres. A veces, atraerlos a la muerte. Muchos de los personajes de nuestro programa, las mujeres “tidelanders”, han heredado de sus “madres marinas” tanto la belleza física como la capacidad de usar su voz y su vínculo con el mar para lograr sus objetivos. Las mujeres de la serie son ciertamente los personajes más decididos y poderosos, a veces debido a estos dones heredados, pero aún más a menudo debido a su propia determinación, su intención de forjarse identidades y propósitos fuertes para ellas mismas. Con más razón, al encontrarse frente a los modelos masculinos bastante patriarcales que dominan la cultura de un pequeño pueblo pesquero.