A un año de la muerte de Natalia Vargas, la médica tucumana de 28 años que falleció al caer de un parapente, “la causa está paralizada y no hay avance en la Justicia”, denunció el padre de la joven. El 29 de diciembre de 2017, Natalia Vargas contrató un vuelo en parapente en Loma Bola, para vivir la experiencia junto con una amiga, pero a los pocos minutos de haber despegado, cayó al vacío y falleció. Su cuerpo fue encontrado a 200 metros de distancia de la pista de despegue y, según el relato del piloto Ariel Salazar Cardona, el accidente se produjo porque se desprendió el sistema de seguridad al sufrir la joven un ataque de pánico. “A pesar de que tenían todo el apoyo oficial de la provincia y de Turismo, la empresa de vuelos no respetaba las normas de seguridad mínimas y eso provocó su muerte”, agregó el padre de la víctima. Natalia vivía en Alemania porque realizaba una residencia tras haberse recibido de médica y a fines del año pasado regresó a la provincia para compartir las fiestas con su familia. Un año después de la tragedia, Vargas lamentó que “no se tuvo respeto con la familia”.