Fue un año muy malo para el boxeo argentino a nivel internacional. Malísimo. Arrancó ganando Lucas Matthysse ante el tailandés Tewa Kiram el título welter de la Asociación. Pero lo perdió de tan mala manera frente a Manny Pacquiao en Malasia, que unos días más tarde anunció su retiro de los rings. El mendocino Juan Carlos Reveco, el chubutense Omar Narváez y el bonaerense Jesús Cuellar también fracasaron en sus intentos de volver a ser campeones mundiales, y Brian Castaño ha quedado como el único campeón mundial vigente entre los superwelters de la AMB.

Debajo de él, hay poco para matizar la espera de tiempos mejores. Apenas resaltan cuatro nombres que todavía aparecen verdes para las grandes luminarias: Fabián Maidana (welter junior), Agustín Gauto (mosca) Fernando Martínez (supermosca) y Jeremías Ponce (welter junior).

Invicto en 16 peleas con 12 victorias antes del límite, el hermano de Marcos Maidana combatió dos veces en los Estados Unidos este año, noqueando al probador africano Justin Savi y al ruso Andrei Klimov. Pero no terminó de llenar el ojo de la crítica especializada. Boxea mejor que su célebre hermano, pero no pega tan duro. El 12 de enero se presentará en Mar del Plata frente al venezolano Jaider Parra, y la idea de su manejador Sebastián Contursi es que 2019 sea el año de su despegue definitivo rumbo a una oportunidad por un título del mundo.

Con Gauto, Martínez y Ponce sucede lo mismo. El bajo nivel de oposición que tuvieron hasta aquí obliga a ser prudentes en la proyección de sus carreras. Pero no hay duda de que tienen clase. Con apenas 20 años e invicto en diez peleas con seis triunfos por fuera de combate, Gauto este año estuvo muy activo: hizo ocho contiendas y ya ganó el título sudamericano de los moscas. Su manager Osvaldo Rivero no deberá apurarlo. Pero tendrá que encontrarle buenos rivales que vayan dando la medida de su evolución.

Fernando Martínez se consagró campeón argentino de los supermoscas y con un estilo arrasador pero técnicamente bien fundamentado, noqueó en cuatro de las cinco peleas que sostuvo en 2018, completando apenas 12 de los 42 rounds pactados. Patrocinado en conjunto por los hermanos Roberto y Sergio Rodríguez y Marcos Maidana, en 2019 deberá levantar la vara de sus adversarios y retomar la senda internacional que recorrió en los primeros tramos de su carrera con suerte diversa, en las competencias profesionales de la AIBA.

Por último, Jeremías Ponce también tuvo un año movido: noqueó en cuatro de las seis peleas que hizo y se alzó con la corona argentina de los superwelters. Invicto en 22 actuaciones con 15 nocauts a favor, su técnico y manager, Alberto Zacarías, lo cuida como una joya. Pero en algún momento deberá correr riesgos y proyectarlo a nivel internacional. A los 22 años, mira a Europa más que a los Estados Unidos.