Los inversores pasaron este año del romance al pánico con los activos argentinos. En 2017 las acciones locales fueron las que más subieron en el mundo. En 2018, en contraste, se anotaron pérdidas de hasta 80 por ciento en dólares. Los bancos y las firmas dedicadas al negocio de la energía fueron las que anotaron el mayor impacto. Los activos locales perdieron valor a los largo del año pero aceleraron su caída a partir del segundo semestre. La corrida cambiaria y corrección del dólar de más de 100 por ciento, la falta del pericia del equipo económico para resolver los desequilibrios de la macroeconomía, las investigaciones judiciales en la que quedaron implicadas compañías como Techint, el menor optimismo de inversores globales con los países emergentes y el ruido político entre Estados Unidos y China fueron los elementos principales para dar respuesta al derrumbe de las acciones argentinas.

El MerVal es el índice de las principales acciones de la bolsa y ofrece una primera idea  de cómo evolucionaron las empresas. El índice acumuló este año una pérdida de 50,2 por ciento. La caída está medida en moneda dura. Las pérdidas se observaron en todos los  sectores de la economía. Las acciones de las firmas siderúrgicas acumularon en promedio una contracción de 43,1 por ciento, mientras que las del petróleo y gas bajaron 20,6 por ciento, las de entidades financieras, -63,0; energéticas,          -56,3; telecomunicaciones, -35,8; gasíferas, -63,3; construcción               -62,6 y campo -62,9.

Bancos

Las entidades financieras se destacaron en el detalle de empresas que más perdieron. El Banco Supervielle retrocedió 72,1 por ciento, mientras que el Banco Patagonia cayó 71,4 por ciento, el Banco Santander (-63,9 por ciento), el Banco Macro (-62,6), el Grupo Financiero Galicia (-58,7 por ciento), el Banco Hipotecario (57,3) y el Banco Francés (-54,3 por ciento). El desplome de los precios de las acciones bancarias se explicó por diferentes elementos. Estas entidades salieron beneficiadas por la devaluación y la suba de tasa de interés de referencia. Pero empezaron a generar incertidumbre entre los inversores debido a la falta de sustentabilidad de sus activos. Uno de los problemas es que la morosidad de los préstamos comenzó a elevarse en los últimos meses. Otra de las tensiones es que la banca tiene entre sus activos una importante porción de bonos soberanos de la Argentina. La probabilidad de impago de estos títulos es elevada, lo que desalienta a los inversores a comprar acciones de bancos.

Energéticas

Las empresas dedicadas al negocio de la energía fueron otras con un importante impacto en el precio de sus acciones. Enel Generación Costanera perdió 74,5 por ciento, en tanto que Transener marcó un retroceso de 54,5 por ciento, Pampa Energía de 53,7 por ciento, Central Puerto de 48,2 por ciento y Edenor de 44,9. Entre las firmas gasíferas las pérdidas también fueron relevantes. Camuzzi perdió un 78,8 por ciento, al tiempo que Metrogas cayó 70,9 por ciento, Transportadora Gas del Norte (-62,6 por ciento) y Transportadora Gas del Sur                (-34,7 por ciento). La devaluación y la caída del precio del petróleo en los últimos meses fueron algunos de los factores centrales para explicar los retrocesos de estas acciones. Algunas de las empresas dedicadas a la distribución de gas enfrentaron problemas contractuales porque no pudieron trasladar a los precios el costo del ajuste del tipo de cambio.

Popurri

En otros sectores de actividad las caídas también fueron notables. Se destacó la baja de Telecom (-57,0 por ciento) en el sector de telecomunicaciones, al tiempo que sobresalió el retroceso de Tenaris (-31,2 por ciento) y Agrometal (-74,1 por ciento) para el sector de la siderurgia. En la construcción se destacó la pérdida de 53,4 por ciento de Filplasto y de 54,0 por ciento de IRSA. En el rubro del agro una de las bajas relevantes fue la del 69,8 por ciento de Molinos Río de la Plata y del 43,1 de Cresud. El multimedio Clarín marcó un retroceso de 55,9 por ciento. Una de las posibles interpretaciones de esta baja es la mayor probabilidad de cambios políticos en 2019, debido a la floja performance de la economía y la caída de imagen del oficialismo.