El muro que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende construir en la frontera sur se está acercando, según publicó el mandatario en la red social Twitter. Mediante un fotomontaje, se ve la valla construida con barras de acero y por encima, a la izquierda la cara del magnate neoyorquino. A su derecha, la leyenda “El muro se acerca”. Usando la misma tipografía, la frase hace alusión a la utilizada en la serie Juego de Tronos, que los personajes repiten una y otra vez: “El invierno se acerca”. El invierno en la serie no solo trae temperaturas extremadamente bajas sino seres mitológicos espeluznantes que destruyen todo a su paso. Entonces, la barrera acecha, amenaza. Quizás no haya sido la mejor analogía para intentar, por milésima vez, vender la idea de la construcción del muro, cuando comienza la tercera semana de cierre del gobierno, uno de los más largos de la historia estadounidense. 

El mandatario republicano está trenzado en una disputa con los demócratas, ahora mayoría en la Cámara Baja, desde el 22 de diciembre, por la inclusión de una partida de más de 5.000 millones de dólares en el proyecto de presupuesto para la construcción de la valla. Sin embargo, los demócratas han calificado de “inmoral” e “ineficaz” el muro, y hasta ahora solo han estado dispuestos a destinar unos 1.300 millones para la seguridad fronteriza, con restricciones que impiden su construcción.

“No me gusta hacer esto, no me divierto haciendo esto”, declaró Trump entre preguntas de los periodistas sobre la situación de los empleados federales que no reciben remuneración a raíz del cierre parcial de la administración gubernamental federal. Mientras tanto, hay miles de empleados que fueron obligados a tomarse licencia sin cobrar, muchos museos han cerrado y los parques nacionales tienen la basura acumulada y los baños sucios. 

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, reveló que el gobierno está analizando distintas alternativas y no confirmó ni descartó que pueda recurrir a fondos destinados a construcciones militares para financiar el muro. “El presidente está preparado para hacer lo que sea necesario para proteger nuestras fronteras, para proteger a la gente de este país”, declaró la portavoz al canal Fox News.

El mandatario tampoco descarta la idea de aprobar la construcción sin la votación del congreso. “Es un tema de seguridad, es sobre la seguridad de nuestro país. No tenemos alternativa. Puedo declarar emergencia nacional, dependiendo de lo que suceda en los próximos días”, siguió el presidente.  “Tenemos que construir el muro”, sentenció, mientras admitía que la valla puede ser de acero en vez de hormigón al considerar que esta sería una solución más fuerte y menos molesta, fabricada en Estados Unidos.

“Basta con los memes”, respondió Chuck Schumer al fotomontaje de Trump en Twitter y le pidió al mandatario que deje de “lastimar a personas inocentes” y reabra el gobierno. El líder de los demócratas en el Senado había revelado el jueves a la salida de un encuentro en la Casa Blanca, al que asistió acompañado por la nueva presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, que Trump ha amenazado con que la parálisis de la administración dure “meses o incluso años”.

El senador demócrata por Alabama Doug Jones, por su parte, criticó ayer la decisión de mantener el cierre y dijo que se opone a que se financie el muro sin que se conozca un plan sobre cómo se gastará ese dinero. “Eso es lo que nos ha faltado hasta ahora en este cierre durante las últimas tres semanas”, declaró el senador a la cadena CNN. “No creo que mantener como rehenes a los trabajadores del Gobierno y a todos los afectados por los servicios gubernamentales sea la vía para determinar cuál es la mejor manera de asegurar nuestras fronteras”, sentenció.

Las discusiones que buscan poner fin al llamado “shutdown” continuaron ayer, luego de que las conversaciones entre el vicepresidente, Mike Pence, y los dos líderes demócratas en el Congreso, Schumer y Pelosi, terminaran el sábado con escasos avances. Sin embargo, Trump indicó que no esperaba un progreso este fin de semana, en tanto señaló que habrá conversaciones muy serias hoy, mañana y el miércoles.

Este es el tercer cierre administrativo que enfrenta Trump, después del primero en enero del año pasado, que duró tres días, y un segundo en febrero, que se alargó apenas unas horas.