Soledad Acuña visitaba ayer las obras del Polo Educativo de la Villa 31 cuando fue increpada por los vecinos. A la ministra de Educación del gobierno de la Ciudad le recordaron que “las escuelas no se cierran” y debió irse del lugar. Una muestra más del rechazo al cierre de las 14 escuelas nocturnas.

Los vecinos de la villa increparon a la ministra por la falta de diálogo. Ni ella ni sus funcionarios pudieron resistir el cantito persistente y optaron por dejar el lugar. Mientras tanto, el compromiso para no cerrar las nocturnas sigue en el aire, ya que los gremios denunciaron que no está abierta la inscripción online para solicitar vacantes.