Una buena y dos malas arrojó el día inaugural del Abierto de Australia para la legión argentina. La buena la protagonizó Diego Schwartzman, quien debutó con una victoria sobre el alemán Rudolf Molleker por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-0, en una hora y 47 minutos de juego, en tanto las malas fueron las eliminaciones tempranas del primer Grand Slam de la temporada de Federico Delbonis y Guido Andreozzi. Entre la noche de ayer y la madrugada de hoy se completaban las presentaciones de los tenistas argentinos en el Melbourne Park, con el correntino Leonardo Mayer enfrentando al chileno Nicolás Jarry y el bahiense Guido Pella midiéndose con el portugués Joao Sousa.

Schwartzman –quien avanzó al decimosexto puesto en el ranking de la ATP merced a los puntos sumados al llegar a las semifinales de Sydney– exhibió un juego sólido desde el fondo de la cancha 20 y eliminó sin inconvenientes a un adversario que provino de la clasificación previa. El Peque tomó siete de las nueve oportunidades de quiebre de las que dispuso en el partido y apenas cedió una vez su saque, en el cuarto set, que fue el de mayor paridad y quedó en favor del alemán. Molleker, a la vez, casi que duplicó al argentino en errores no forzados (42 contra 24) y así tuvo pocas chances de enderezar el juego.

En la segunda fase, el porteño de 26 años y 1,70 metro de estatura se enfrentará al estadounidense Denis Kudla, de su misma edad y número 62 del ranking mundial, que llega de vencer al local Marc Polmans. Schwartzman, reciente semifinalista en el ATP de Sydney, es la mayor esperanza argentina en Melbourne tras la baja de Juan Martín del Potro (5) por lesión y buscará al menos repetir la actuación del año pasado, la mejor de su historial en el Major australiano, cuando cayó en octavos de final ante el español Rafael Nadal.

l Melbourne no le sienta bien. Federico Delbonis (77) no la pasa bien en territorio australiano. Ayer sufrió la quinta eliminación en primera fase sobre seis actuaciones en Melbourne, al caer frente al local John Millman 6-3, 3-6, 7-6(3) y 6-2, tras dos horas y 47 minutos en el court 7, donde el público hizo sentir su favoritismo por Millman. Este fue el segundo enfrentamiento del azuleño con el australiano. El primer duelo había sido el año pasado en Suecia y sobre polvo de ladrillo, y el argentino se terminó imponiendo por un doble 6-4, 6-4.

El campeón de la Copa Davis 2016 sólo pudo superar el primer filtro ese año cuando alcanzó la tercera vuelta, pero en todos los restantes (2014, 2015, 2017, 2018 y 2019) se despidió en el estreno.

l La qualy fue su techo. Andreozzi (80), debutante absoluto en el Abierto de Australia, tuvo un promisorio arranque ante el italiano Stefano Travaglia, otro sobreviviente de la qualy, que tomó las riendas a partir del segundo set en la cancha 22 y se impuso 6-7(3), 6-2, 6-3 y 6-2 en dos horas y 44 minutos. Apenas veintiocho winners, 42 errores no forzados, el saque perdido en 6 ocasiones, 17 puntos ganados con su segundo saque son números que explican una derrota contundente ante un rival no sólo surgido de la qualy, sino ubicado 59 lugares por debajo de Andreozzi en el escalafón mundial.

l Hacer historia. Mayer (54) y Pella (66), otros dos campeones de la Davis, intentarán acompañar al Peque Schwartzman en la segunda ronda cuando debuten frente a dos rivales con los que tienen antecedentes favorables. El correntino eliminó en tres sets al chileno Jarry (45) en la primera vuelta de Australia 2018 y Pella hizo lo propio con el portugués Sousa (44) el año pasado en la fase inicial de Roland Garros. El objetivo de ambos es concretar la mejor actuación histórica en el primer Grand Slam de la temporada, pues nunca pudieron superar la segunda ronda.