El brote de hantavirus de Epuyén, por el que ya murieron 10 personas y otras 28 permanecen infectadas, es para la Sociedad Argentina de Infectología (SADI)  “inusual” ya que reconoce como único antecedente otro originado en la ciudad de El Bolsón en 1996, “debido a la sospecha de la transmisión interhumana como principal método de contagio”. La SADI aseguró que, en el contexto actual de transmisión interhumana, al ingresar a un lugar que estuvo cerrado mucho tiempo se debe “abrir ventanas y puertas por afuera durante una hora, colocarse máscaras, rociar el piso con lavandina y lavarse las manos al realizar las tareas”. En el área endémica o en situación de brote hay que “mantener la vivienda limpia para evitar la presencia de roedores, colocar huertas y leñas lejos del hogar, acampar lejos de malezas y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y tener cuidado con la puesta en marcha de ventiladores o aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductores puedan haber tenido contacto con polvo contaminado”.