El fiscal santafesino Jorge Nessier imputó a Jorge Trossero por el crimen de su pareja, Danisa Canale, y le atribuyó un delito triplemente agravado. Se trata del hombre de la localidad de Gálvez, acusado de haberle propinado diez mazazos en la cabeza a la mujer de 39 años, suceso que constituyó el segundo femicidio en Santa Fe en lo que va del año. La figura penal quedó agravada "por el vínculo, por ensañamiento y por el contexto de violencia de género" en el que cometió el hecho, dentro de la vivienda que compartían hace seis años. En tanto, mañana el acusado será sometido a audiencia de medida cautelar, en la que se resolverá la prisión preventiva. Su defensa pidió al juez de la Investigación Penal Preparatoria, José Luis García Troiano, que se realice una junta médica de salud mental, ya que estaba en tratamiento por depresión. La ciudad de Gálvez, en el departamento San Jerónimo, permanece conmocionada por el suceso que sacó a la calle el grito de "basta de matarnos".

En los tribunales de Santa Fe, el hombre de 50 años fue imputado por una de las figuras más graves del Código Penal, que tiene pena de prisión perpetua. El fiscal no solo habló de un delito agravado por haberse cometido contra una mujer en un contexto de violencia (femicidio), sino que también le aplicó la figura del ensañamiento, ya que Trossero le propinó una decena de golpes en la cabeza a la víctima, con una maza de albañilería de 12 centímetros. "Le provocó un sufrimiento extraordinario", aseguró el fiscal sobre los últimos momentos de vida de la mujer que tenía una verdulería.

Si bien Nessier llevó al juez el informe de la forense psicóloga que analizó a Trossero y determinó que estaba "lúcido, en conocimiento de sus actos y ubicado en tiempo y espacio"; la defensa del imputado pidió que se practique un examen de junta de salud mental para determinar si puede afrontar el proceso judicial. Nessier no se negó a esa medida, pero advirtió que ya se hicieron exámenes al respecto. Incluso, aclaró que el acusado "consumía habitualmente una medicación psiquiátrica, y no la consume desde el momento del hecho, por lo que ayer (por el miércoles) pedimos que se le hiciera una evaluación terapéutica". En la audiencia, el imputado hizo uso de su derecho de no prestar declaración.

En tanto, el fiscal agregó que mañana se llevará a cabo la audiencia de prisión preventiva, donde se presentarán al menos media docena de testimonios que buscan darle argumentos la acusación realizada en base al delito de femicidio.

"Vengan, maté a mi mujer", dijo Trossero el martes por la tarde, cuando llamó al 911. Al llegar a la vivienda de Liniers al 900, el personal policial encontró a la mujer tendida en el suelo, sobre un charco de sangre y con leves signos vitales. El acusado -que se dedicaba al agro- no emitió sonido. La hermana de la víctima negó que él fuera violento con Danisa; dijo que tenía problemas depresivos por temas económicos y que por eso estuvo internado años atrás, pero que tuvo una recaída hace unos meses. Aunque fue llevada a un centro de salud, la mujer perdió la vida horas después. En la casa fue secuestrada una maza de albañilería.

Ayer, el fiscal aclaró que "no hay testigos del hecho ni de momentos precedentes sobre alguna situación; por eso no sabemos las motivaciones del crimen".

El caso fue el segundo en Santa Fe, en poco más de 48 horas. Es que cuando terminaron de inhumarse los restos de Agustina Imvinkelried, que fue asesinada en Esperanza, a la salida de un boliche, se conoció el caso de Danisa. Tanto el lunes, como el miércoles por la noche hubo movilizaciones. Las de Gálvez se realizaron en el playón del Ferrocarril. "Vi muchas adolescentes vestidas de negro, que cantaron consignas y aplaudieron, y fueron mujeres de varias localidades", dijo la diputada Alicia Gutiérrez que estuvo allí. "Es necesario frenar esta violencia femicida", dijo. "La movilización nos da mucha esperanza, porque el 90% eran pibas y creo que el futuro está en esas chicas que entendieron por qué hay que luchar", afirmó.