* Justo en la galería donde me llevaban a cortar el pelo había un local de tatuajes. Yo le decía constantemente a mi mamá que me quería tatuar, y ella me decía que era muy chica. Insistí tan incansablemente que al final se rindieron y entonces mi mamá me dijo “te calmás, te hacés un tatuaje, yo te lo pago, te lo hacés legalmente y es el último”. Entonces me tatué en la nuca el Ojo de Horus. No me lo sacaría nunca, me lo hice como protección.

* El segundo me lo hice al año siguiente: un hada medio trillada que tengo en el tobillo, pronto se irá pero todavía le tengo cariño. Después de ese no hubo mucho quórum en casa entonces dejé de tatuarme. 

* Cuando comencé a trabajar, un porcentaje de mi primer sueldo se fue a mi tercer tatuaje: una rosa y una mariposa por mi abuela, pero era muy feo y me lo tapé. Al principio me hacía tatuajes chiquitos que no se vieran mucho o en lugares medio escondidos: un ancla, la pirámide de la Virgen de San Nicolás en la espalda, entre otros. 

* Hay una tatuadora que primero te saca tu carta astral y en base a lo que te sale y donde te lo querés hacer te lo tatúa. Ella me hizo el tatuaje que tengo en las manos. Yo soy de Géminis y también tengo tatuada mi luna de fuego.

* Mi personaje favorito de Sailor Moon es Sailor Neptuno y por eso tengo dos de sus elementos: el bastón y el espejo. Tanto en la manga como en una de las piernas fui tatuándome cosas relacionadas con el mar. La familia de mi mamá es de Brasil y parte de mis veranos yo los pasaba allá. Por eso en la pierna me tatué a Yemanya que es la diosa del mar. Buscando coherencia me tatué en las dos piernas la abuela de Mulan y la de Moana. A estas dos abuelas las veo súper relacionadas con mis propias abuelas que fueron las que me criaron de chica.

* En el brazo también tengo un tatuaje muy feminista: mi propia mano haciendo “fuck you” con la leyenda “ni tuya ni de nadie”. Todo lo que me va pasando trato de canalizarlo de manera positiva en tatuajes.

Sebastián Freire

* En el pecho tengo Las reliquias de la muerte, de Harry Potter, que fue una gran compañía en mi infancia y adolescencia. A los 9 o 10 años me dio una fuerte bronquitis que me tuvo un mes en cama. Mi mamá no me soportaba más entonces me compró por error el primer libro de Harry Potter, digo “por error” porque obviamente a los tres días me lo había terminado y yo ya quería el siguiente. Y a los pocos días el tercero. El cuarto todavía no existía.

* Siempre amé todos los mundos fantásticos, así que me tatué al mundo de Alicia. Todavía lo tengo que pintar. A mi mamá de chica siempre le dijeron Alicia, no se llama así, pero sus compañeritas le decían así porque a ella también le gustaba este universo. El tatuaje de Alicia en el país de las maravillas es el que me tapa aquel tatuaje de la rosa y la mariposa que me había hecho con mi primer sueldo.

* En la pierna tengo tatuado un Kitsune, que es una máscara de un demonio japonés. Me lo hice ahí porque yo soy fanática de Mi pequeño Pony. A los pequeños Pony les sale una marca en el costadito de la pierna que se llama Cutie Mark, que manifiesta lo que es cada uno o en lo que uno es bueno. Kitsune es una figura que tiene facilidad con los negocios y hablar con la gente, por eso me lo tatué.

* Con esta cuestión de tener que acotar el cuerpo femenino, siempre me gritan por mi culo. Una vez, yo estaba con mis amigas en la playa de Uruguay y un chabón me gritó: “Ese culo tiene que ser argentino”. Yo siempre había querido tatuarme unas palabras en estilo gótico y no sabía qué. Entonces me acordé de aquel grito en la playa, y decidí tatuarme “Buenos Aires” en las piernas, debajo de mi cola, para que no necesiten gritarme de dónde es.

* Tengo tatuada la palabra “Maktub”, del fatalismo musulmán. La idea de este tatuaje la saqué de un tema de un grupo de rap brasilero, que la usa en una canción que habla de los amores y el destino: todo lo que tiene que pasar va a pasar, no es resignarse sino que las cosas van a ocurrir como deben ocurrir y no hay que engancharse con eso de lo que podría haber sucedido.

* También tengo un tatuaje de Boca, que me hice una vez que ganamos un campeonato, no me acuerdo cuál. Pero me lo tengo que retocar porque entre el amarillo y el azul apareció un verde horrible, que tengo que arreglar.

* Nunca se hagan un tatuaje compartido con una pareja.

Producción y Foto: Sebastián Freire