Otra grotesca maniobra se cayó ayer. La Cámara Federal dictó la falta de mérito a Kevin Gamal Abraham Salomón, a quien habían detenido  junto a su hermano Axel  como si ambos fueran terroristas peligrosos. La denuncia fue hecha por la DAIA y, por supuesto, tuvo el acompañamiento de Patricia Bullrich, que usó a la Policía Federal para armar  un espectacular procedimiento en Floresta. Ante la protesta de toda la comunidad islámica, los efectivos se llevaron un fusil del bisabuelo, un Mauser calibre 7.65 de principios del siglo XX, y con semejante prueba imputaron a Gamal por tenencia ilegal de armas. 

El mayor delito de los hermanos Abraham Salomón consistió en haber viajado al Líbano a visitar a sus familiares y, sobre todo, tener una calcomanía de Hezbollah, una organización con fuerte presencia parlamentaria en ese país pero que responde a Irán y que tiene un brazo armado que confronta con Israel en el sur libanés. Con escasa evidencia, el juez Sebastián Ramos ordenó la libertad de los dos hermanos en noviembre, pero dejó procesado a Gamal. Representados por el abogado Ismail Jalil, ayer la Sala II de la Cámara Federal dictó la falta de mérito de Gamal. El episodio resultó un bochorno. Las comunidades judía e islámica tienen una larga tradición de convivencia en la Argentina. Sin embargo la DAIA se prestó a semejante operación de Bullrich y el gobierno de Cambiemos. Ayer esa alianza protagonizó un nuevo fracaso.