Presionado por la mesa chica de Cambiemos, que carece de una figura representativa en el municipio más grande del conurbano bonaerense, Alejandro Finocchiaro anunció ayer su candidatura para intendente de La Matanza, donde el peronismo gobierna desde 1983. “Hay un consenso muy fuerte para que sea yo quien represente la voz de las personas que viven en La Matanza”, aseguró el ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología durante una conferencia de prensa en Casa Rosada. Finocchiaro es quien derogó por decreto la paritaria nacional docente que garantizaba un salario mínimo a todos los maestros del país.

“Yo soy de La Matanza, donde he transcurrido la mayor parte de mi vida. Hace un montón de tiempo que trabajamos allí con un montón de gente, y yo entiendo que hoy hay un consenso muy fuerte para que sea yo quien represente la voz de las personas que viven en La Matanza y que quieren dejar de vivir de la manera indigna en la que viven”, dijo Finocchiaro, acompañado por el vicejefe de gabinete Andrés Ibarra.

Con 1,7 millones de habitantes, La Matanza es el distrito más poblado de los 135 que conforman la provincia de Buenos Aires. Por ende es un bastión clave para las elecciones provinciales y nacionales. En las legislativas de 2017, cuando Cambiemos se impuso en provincia con un 41,4 por ciento de los votos contra el 27,3 de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner ganó ampliamente en La Matanza con un 50,1 por ciento contra 30 de Esteban Bullrich y 9,5 de Sergio Massa.

A mediados de diciembre trascendió que la negativa de Finocchiaro a competir en La Matanza había desatado la bronca de Macri, que no tiene candidatos en el distrito. Como causales de la resistencia a meterse en el barro del territorio jugaban el duro impacto de la crisis económica en el conurbano, la afectación personal que le causó a Finocchiaro una denuncia de una ex compañera por un ataque sexual durante su adolescencia (delito que un juez declaró prescripto) y las nulas posibilidades de derrotar a la intendenta Verónica Magario, de Unidad Ciudadana, que gobierna desde fines de 2015 y también obtuvo más de 50 puntos en 2017.

Abogado y doctor en Historia, Finocchiaro proviene de la Universidad de La Matanza, donde fue decano de Derecho. Llegó a la gestión PRO como asesor de Mariano Narodowski, hoy a un paso del juicio oral por la asociación ilícita para realizar escuchas ilegales a dirigentes opositores y familiares de Macri cuando era jefe de gobierno porteño. Por su cercanía al espía Ciro James debió declarar como testigo en la causa y en la comisión investigadora de la Legislatura. Volvió a Educación con Bullrich como subsecretario de Políticas Educativas y Carrera Docente, desde donde confrontó con los gremios por los cambios en las juntas de calificación y el despido de docentes. A fines de 2015 Macri se lo cedió a Vidal y asumió como director de Cultura y Educación bonaerense. En julio de 2017, cuando Bullrich arrancó su campaña para las legislativas, asumió como ministro en Nación. En enero del año pasado firmó el decreto que eliminó la paritaria nacional docente, que establecía un salario mínimo para todos los maestros del país, decisión que generó conflictos en varias provincias. El mismo decreto 52/18 apuntó a diluir la representación de la Ctera, el mayor gremio docente con más de 420 mil afiliados, al eliminar la participación proporcional de la mesa de negociación. También el año pasado la diputada Margarita Stolbizer lo denunció por administración fraudulenta e incumplimiento de deberes, porque hasta junio sólo se habían construido 14 de los 120 jardines de infantes pactados para mediados de 2017, a un abismo de los 3000 que Macri prometió en campaña.