El emblemático restaurant Rodizio, ubicado en la Costanera porteña, se presentó a concurso de acreedores por deudas por un total de 7,8 millones de pesos. El establecimiento que opera bajo la modalidad “parrilla libre” fue golpeado por la caída del consumo gastronómico, el aumento en los costos de los servicios de luz y gas, el incremento en el precio del alquiler del predio y la deuda acumulada en los últimos años. En mayo del año pasado dejó de pagar aportes patronales y, según información del Banco Central, contabilizaba hasta septiembre de 2018 unos 355 cheques rechazados por 7,8 millones de pesos y desde entonces tiene una cuenta embargada en el Supervielle. Por ello, Maillol, la sociedad que explota comercialmente Rodizio Costanera, decidió tramitar su concurso en el Juzgado Comercial 31 para poder sanear sus deudas y seguir operando, según el escrito de la empresa.