El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, estudia adelantar las elecciones legislativas, incluso a una fecha tan temprana como mediados de abril próximo, si persiste el bloqueo de los partidos de derecha y de los independentistas catalanes a los presupuestos de 2019.

Esa posibilidad, adelantada ayer por fuentes del Ejecutivo, centró el debate político ayer en España, a menos de 24 horas del inicio del juicio por el intento secesionista en Cataluña y tras la multitudinaria manifestación del domingo, convocada por los partidos de derecha para pedir la celebración de nuevos comicios.

El adelanto electoral sería el escenario más probable de no salir adelante los presupuestos del Estado de 2019, que por ahora tienen el rechazo expreso en el Congreso de la oposición de centro y derecha (Ciudadanos y Partido Popular) y de los partidos independentistas catalanes (PDeCAT y ERC).

Sánchez (PSOE) accedió a la Jefatura del Gobierno de España en junio de 2018 tras una moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy (PP) apoyada por las formaciones de izquierda y los nacionalistas vascos y catalanes, en el ecuador de una legislatura cuyo final está previsto para mediados de 2020. Pero tanto PP como Ciudadanos han intensificado su presión a Sánchez tanto en el Parlamento como con manifestaciones en la calle para que adelante las elecciones, con el argumento de que no se puede mantener en el poder con el apoyo de los independentistas catalanes.

España celebrará elecciones locales, regionales y europeas el 26 de mayo, pero los dirigentes regionales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han pedido a Sánchez no unirlas con unas legislativas, de modo que las primeras no se “contaminen” con el debate nacional, especialmente con la crisis política de la región de Cataluña.

Sánchez afirmó ayer que los independentistas catalanes y los partidos de derecha votarán contra los presupuestos de 2019 y se preguntó si ambos viven mejor en la confrontación que en la búsqueda de soluciones. El jefe de gobierno y líder socialista señaló en Twitter que “la política hace extraños compañeros de cama”, puesto que “el independentismo votará en contra de unos presupuestos sociales buenos para Cataluña y las derechas en contra de unos presupuestos sociales buenos para España”.

“¿No será que viven mejor en la confrontación que en las soluciones?”, se planteó Sánchez, quien recordó además que la independencia de Cataluña “ni es constitucional ni la quiere la mayoría de catalanes”.

Estas reflexiones del jefe del Ejecutivo se producen en el inicio de una semana crucial para la supervivencia de su gobierno, que tiene un exiguo apoyo parlamentario (los socialistas cuentan con 84 de los 350 escaños del Congreso).

Por una parte, hoy empieza en el Congreso el debate de las enmiendas a la totalidad a los presupuestos del Estado para 2019 y, además, comienza el juicio en el Tribunal Supremo contra doce políticos y líderes sociales de Cataluña por su participación en el proceso secesionista de 2017, en el que la Fiscalía solicita para algunos de ellos penas de hasta 25 años de cárcel. Un juicio al que se llega, según los independentistas, tras un procedimiento lleno de “irregularidades y vulneraciones de derechos” y que ha supuesto un escollo más en el diálogo mantenido durante estos meses con el Ejecutivo español (ver aparte).

El presidente del gobierno regional catalán, Joaquim Torra, insistió ayer en que el reconocimiento del “derecho a la autodeterminación” y otros puntos exigidos por los independentistas serán clave para un hipotético apoyo a los presupuestos. Su “número dos”, Elsa Artadi, calificó poco después de “globo sonda” la noticia sobre un posible adelanto electoral y reprochó a Sánchez que no haya retomado el diálogo con el Gobierno autonómico catalán.

“Si el Gobierno de Pedro Sánchez tiene algún interés para que los grupos independentistas en Madrid ayuden a tramitar los Presupuestos, en lugar de enviar globos sonda debería ponerse en contacto con los grupos independentistas”, algo que “no está sucediendo”, dijo.

También ERC (independentistas de izquierda) pidió ayer a Sánchez “que retome la vía del diálogo sin condiciones ni renuncias” con el Ejecutivo catalán y le advirtió que si el posible adelanto electoral es una forma de “presión”, no le servirá para aprobar los presupuestos.