Fabio Fognini ya es un habitué en el país. Casi como un argentino más entre los tenistas que disputan el Argentina Open, el italiano se siente como en casa. “Tengo muy lindos recuerdos; acá tuve todo tipo de resultados, algunas ediciones buenas y otras malas, pero el balance es positivo y vine de nuevo con mucha ilusión”, cuenta en una charla exclusiva con Páginai12 mientras aguarda por su debut hoy, no antes de las 21, en los octavos de final ante el español Jaume Munar, que ayer eliminó a Federico Delbonis (ver aparte).

Entre sus mejores actuaciones se encuentran la final de 2014 ante el tricampeón David Ferrer y el título de dobles en 2013 junto con su compatriota Simone Bolelli. Esta vez, como segundo favorito, buscará romper el maleficio de las cinco derrotas consecutivas desde aquella definición contra el español y de la última semana en Córdoba, donde se despidió rápido frente al esloveno Aljaz Bedene.

“Los días en Córdoba fueron muy complicados y lo acepto sin problemas, me hubiera gustado que fuese de otra manera pero las condiciones fueron duras y hay que seguir”, analiza el hombre de 31 años, con hambre de revancha. Número 13 del mundo en 2014 de la mano del español José Perlas, volvió a su mejor ranking a inicios de esta temporada gracias al trabajo de largo plazo junto con el argentino Franco Davin.

–Volviste a los primeros planos con Davin como entrenador, ¿cómo fue esa modificación en el método?

–Ya llevo tres años con Franco y nos llevamos muy bien. Es una persona fantástica fuera de la cancha; dentro de ella a veces habla poco (risas), pero logré entender que así es su carácter. En su momento lo elegí porque quería un cambio grande en mi cabeza. Es uno de los mejores entrenadores de todo el mundo y consiguió muchas cosas con Delpo y con Gastón (NdR: es el único coach argentino campeón de Grand Slam con dos tenistas distintos; lo hizo con Gaudio en Roland Garros 2004 y con Del Potro en el US Open 2009). Yo a veces me parezco mucho a Gastón… Bueno, ojalá tuviera sus resultados (risas), él logró mucho más que yo; soy parecido en el aspecto mental. Por suerte con Franco tenemos un “team” muy consolidado y ojalá sigamos así por muchos años.

Fognini tiene un vínculo especial con la Copa Davis. Debutó en 2008, en una serie continental contra Letonia; ostenta un récord general de 28-13 en un total de 19 eliminatorias; y llegó a ser semifinalista mundial en 2014, cuando su país cayó ante la selección suiza de Federer y Wawrinka. Ausente en la última serie ante India (triunfo 3-1 en la nueva ronda clasificatoria), podría regresar para la reformulada final que disputarán 18 países en noviembre.

–¿Qué representa la Copa Davis en tu carrera? Siempre rendiste y se nota que mantenés una relación estrecha con el capitán Corrado Barazzutti.

–Sí, claro. De hecho este año, cuando Franco no pueda viajar conmigo, espero que Corrado me pueda ayudar. Siempre me gustó jugar por mi país y lucharla a pesar de todo. La verdad es que tuve muy buenos resultados. Recuerdo la de Mar del Plata (triunfo visitante por 3-1 en 2014), que fue muy dura porque jugué el viernes con Pico, el doble fue durísimo contra Zeballos y Schwank, y el último día también fue difícil con Berlocq. Y la que fue en casa, cuando ustedes ganaron la Copa Davis, fue también muy complicada (3-1 para Argentina en Pésaro 2016); tuvimos un poquito de mala suerte porque yo jugué con Pico el mismo día del doble, por la lluvia, y después perdí 6-4 en el quinto contra Delpo y Pella. Por eso el último día estaba un poco cansado con Delbonis, que jugó muy bien. A pesar de los buenos y los malos resultados siempre me gusta la Davis.

–¿Cómo analizás el nuevo formato? ¿Tenés ganas de jugar la final de Madrid?

–Bueno, es un formato nuevo. Hay que darle tiempo como a todas las cosas nuevas. Todo siempre se puede mejorar. Ojalá resulte muy bien, la Copa Davis será lo que será. Veremos cómo llego en noviembre, ojalá pueda jugar la final.