Imaginemos una adolescente con retraso menstrual y dudas respecto de un posible embarazo. Esta situación no es ajena a la escena cotidiana en las escuelas. La consulta o el comentario pueden llegar de modo directo o no, tal vez a través de una amiga que lo comparte al pasar con la preceptora, el tutor, la auxiliar de laboratorio, la profesora de inglés o con algún grande que inspire confianza. Sea cual fuera el emisario, y en lo que a los adultos respecta, lo importante es tener presente que siempre hay señales. Siempre. La inquietud puede viajar por canales impredecibles y ese instante, en su aparente simpleza y fugacidad, seguramente está atravesado por multiplicidad de dudas, temores y prejuicios tanto de la joven cuanto del adulto que recibe el mensaje. Sea por desconocimiento, inseguridades respecto de los modos de proceder, o por temor, suele suceder que esas dudas retrasan el acceso autónomo -con garantía de confidencialidad y de modo contenido- a la realización de un test de embarazo gratuito en un centro de salud.

Situaciones como la descripta nos permiten recordar que tanto las instituciones de educación como las de salud son instrumentos del Estado responsables de aportar al desarrollo de las personas acompañándolas al acceso en el ejercicio de sus derechos: una cuestión particularmente aplicable al período de la adolescencia. Desde las escuelas, y en función de ser las instituciones en las que el Estado delega la enseñanza de los saberes socialmente legitimados, la ocasión es propicia para superar dicotomías profesionales desde las cuales los chicos y las chicas son observados, analizados y etiquetados de acuerdo con miradas parciales de alumno o paciente y dar el paso conjunto para pensar y hacer con otros un nuevo nosotros a partir del cual agentes de educación y salud veamos, pensemos y actuemos  articuladamente de modo responsable, profesional y colaborativo.

Algunas experiencias de intervención indican que el trabajo conjunto entre profesionales de la educación y la salud orientado a formar a cada estudiante en el cuidado de la salud y fortalecer la perspectiva de sujeto de derechos opera a favor de sostener la escolaridad y reduce episodios críticos y consultas que llegan a los centros de salud tales como los embarazos no intencionales, situaciones de abuso, consumos, trastornos alimentarios,  depresiones, entre otros.

Dora Niedzwiecki. Docente, psicopedagoga, Diploma Superior en Ciencias Sociales con mención en Gestión del Sistema Educativo; Magister y doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Programa Políticas, Lenguajes y Subjetividades en Educación (PLySE) del Área Educación de FLACSO. 

Más información: Está abierta la inscripción, hasta el 20 de marzo, al curso de formación “Escuela secundaria y políticas de cuidado. Interfaces entre educación”, en el Área Educación de FLACSO.  

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